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martes, 23 abril, 2024
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No prevenimos la violencia, la contenemos

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Por: Rodrigo Reyes Muguerza •

Si escuchamos el discurso de las autoridades estatales sobre la seguridad pública, nos damos cuenta que esta administración apuesta por la prevención social del delito. El brazo ejecutor de estas estrategias, el Centro Estatal de Prevención del Delito y Participación Ciudadano, se esfuerza por crear talleres, espacios deportivos y culturales para los jóvenes y demás iniciativas que tienen la esperanza de impedir que un joven se convierta en criminal.

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Este tipo de iniciativas están basadas en atender lo que se conoce como las “causas raíz” del crimen. Es decir, no buscan prevenir el delito de manera directa, sino que buscan influir en sus posibles causas sociales esperando que esto logre disminuir la probabilidad de que alguien se convierta en delincuente.

El problema está en identificar el efecto de estas políticas. ¿Cuál es el impacto de una cancha de futbol en la incidencia delictiva? Es muy difícil de aislar el efecto de esta política pare responder la pregunta. Además, esta visión busca emplear políticas macro (muy generales) para problemas muy específicos. Es decir, mientras que la prevención del robo de autopartes se podría combatir con una intervención muy puntual (como la reducción del mercado de autopartes robadas), buscamos generalizar la estrategia de prevención para todos los delitos.

Sin duda, el rescate de espacios públicos y la realización de actividades sociales, deportivas y culturales tienen externalidades positivas. Sin embargo, la situación actual de Zacatecas, donde el crimen y la violencia están al alza, se necesitan otro tipo de estrategias. Resulta muy difícil pensar que un gimnasio de box, por ejemplo, podrá impedir que los homicidios sigan creciendo en el estado. Esto es especialmente cierto cuando se argumenta, como lo hace la autoridad del estado, que la mayoría de los homicidios tienen que ver con el crimen organizado.

Hechos recientes ponen en evidencia lo delicado de la situación y la necesidad de replantear el rumbo. El pasado viernes 8 de septiembre fueron asesinados dos estudiantes universitarios en el municipio de Calera, Zacatecas. Los compañeros de clase de los estudiantes asesinados y un buen número de universitarios, acompañados del cuerpo académico, salieron a las calles para exigir que se esclarezca el caso. La movilización culminó en una reunión entre estudiantes y autoridades.

El atender a los estudiantes es una acción necesaria pero las declaraciones del Secretario de Seguridad Pública durante la reunión fueron bastante extrañas. Durante el encuentro, el Secretario aceptó que Calera es peligroso. En ese municipio, declaró, hay tres grupos criminales que se dedican al narcomenudeo. Ante esta situación el Secretario pidió a los estudiantes que fueran precavidos y no asistieran a lugares donde se vende droga.

Si lo analizamos, esta petición es bastante extraña. ¿Por qué? Porque si un estudiante, o la comunidad en general, tiene conocimiento de donde se puede adquirir drogas ilegales muy probablemente (sería triste si este no es el caso) las autoridades también deben de estar al tanto. Bajo esta óptica, y pensando que esta administración quiere apostar a la prevención, la pregunta es por qué no cerrar estos lugares o al menos investigarlos. En lugar de hacer esto, se les pide a los jóvenes que sean ellos los que se cuiden.

Si Calera está ya secuestrada por el crimen organizado, si esta es la situación de otros municipios, entonces las estrategias de prevención que actualmente se están llevando a cabo tendrán poco efecto en la reducción de los crímenes violentos. Necesitaríamos esperar años para saber si la estrategia de la prevención social de la violencia que se impulsa rindió frutoS y siendo honestos no tenemos este tiempo.

La urgencia de resultados se hace evidente en la propuesta del Secretario de Seguridad pública para blindar el centro histórico de la ciudad de Zacatecas con la instalación de filtros de revisión. No es una mala idea, se trata de una acción muy específica que busca evitar que se ingrese con armas de fuego a una zona de la ciudad. Sin embargo, este tipo de iniciativas simplemente puede desplazar la violencia a otro lado; las instalaciones de la feria, por ejemplo.

Tan drásticos cambios de rumbo y la instalación de estrategias sin tener en cuenta sus efectos deseados y no deseados solo denota una cosa; nuestras autoridades administran la violencia porque no pueden prevenirla. No tenemos sistemas de inteligencia o políticas bien diseñadas que de forma quirúrgica atiendan un problema. Estamos sumidos en un caos del cual no sabemos cómo salir y parece ser que lo único que podremos hacer será esperar a que la situación cambié a nivel nacional.

Esperaremos también a que en Zacatecas pase algo que tenga impacto en el ámbito federal para recibir ayuda y poder empezar combatir la violencia. Por todo esto decimos que no estamos listos para prevenir la violencia, solamente la estamos conteniendo.

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