■ Adopción de niños por parte de parejas homosexuales debe ejercerse con responsabilidad: Uvario
Por mayoría de votos, nueve contra uno, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó recientemente la prohibición que persistía en el estado de Campeche para que los integrantes de sociedades de convivencia pudieran adoptar menores para brindarles guardia y custodia. Esto por considerar la medida discriminatoria.
La definición del máximo tribunal del justicia del país abre así la puerta para que parejas, independientemente de su orientación sexual, accedan a la adopción.
Al respecto, Luis Humberto Aguilar Castañón, miembro del Consejo Nacional de Profesionales y Estudiantes en Psicología (Conapep) en Zacatecas, trajo a colación los antecedentes de estas familias en Europa, que dijo, “crían niños con estándares de educación más altos” en promedio, que aquellas con padres heterosexuales.
Las familias homoparentales, observó, no son diferentes a las heterosexuales en términos de las problemáticas que expresan, “hablar de una familia estructural perfecta no se puede”.
En este sentido, agregó, hay familias homoparentales conformadas por parejas de lesbianas, homosexuales y aun transexuales que “están en su derecho de formar familias porque son personas. Nos olvidamos por un momento y sólo los etiquetamos por su sexualidad. Esto es un error, es como cuando se etiquetaba a las personas por su religión. Gracias al tiempo, al estudio, hemos visto que el ser cristiano, ser mormón, no te hace un buen padre” y ser heterosexual tampoco.
Trajo a colación asimismo el caso de una pareja de varones que han adoptado una menor. “Es una familia preciosa no se me ocurre otro adjetivo, es una familia que está preocupada y centrada. Y que nos ayuda mucho a eliminar mitos (…) muchas ideas preconcebidas. Una de las cosas que más puede acercarnos con la igualdad es el contacto con toda la gente y entender que estas personas son totalmente iguales a nosotros. En muchos sentidos son quizás unas de las parejas más responsables que yo he visto”.
Agregó al respecto de los prejuicios que subsisten al respecto de la crianza de hijos en el seno de familias diversas, propuestas como sociedades de convivencia u hogares homoparentales, habría que preguntarse porqué se expresan, pues comentó, hay gente que está deseosa de cuidar niños y éstos merecen la oportunidad de tener una familia amorosa y responsable que los cuide.
“Uno de los problemas del machismo es que no nos permite aceptar las realidades sociales” dijo, y propuso como una de ellas, para el caso de los varones, el que hay hombres que desean ser padres o podrían serlo, “y no tendríamos que esperar que haya una mujer y un hombre en cada hogar para tener una familia”.
Las familias son totalmente distintas, diversas, dijo, y agregó que las hay donde los abuelos cumplen el rol de papás, o casos que se dan en estados como el de Zacatecas, “donde tenemos una comunidad migrante muy grande, y hay mamás, mujeres que cubren el papel total de la familia y ahora estamos viendo también papás que cubren el papel de amo de casa”.
En esta misma lógica, Martín Uvario, miembro de la comunidad gay en Zacatecas, y quien ha militado en defensa de sus derechos humanos, comentó sobre las posibilidades que abre la definición de la SCJN, esta apertura de mentalidad favorecerá a las nuevas generaciones, y recordó que en algún momento de su vida acarició la posibilidad de convertirse en padre, “pero nunca se pudo en aquella época”.
Agregó sobre su historia personal, la función de paternaje ha podido ejercerla con sus sobrinos, no obstante consideró que “cuando el ser humano quiere hacer el bien lo puede hacer con un anciano o una criatura, aun cuando no se tenga un documento oficial”.
Martín Uvario refirió también que ante el caso de divorcios donde se señalaba la homosexualidad del padre de familia, este hecho incidía de manera definitiva para que perdiera la guardia y custodia o hasta la patria potestad del menor o menores, “porque para ellos el ser homosexual era una forma deshonesta de vivir”.
Acerca de las posibilidades para las familias diversas conformadas bajo la figura legal de las sociedades de convivencia o matrimonios igualitarios, que podrán adoptar menores, dijo, “siempre lo desconocido te da temor”.
Esto en referencia a la normalización social de familias homoparentales que en la realidad siempre han existido, “es algo que yo celebro. Yo creo que la sociedad va creciendo, va progresando en cuanto a la no discriminación”.
Agregó que dentro de la comunidad lésbico-gay se manifiesta el mismo espectro social que se presenta entre los heterosexuales de tal manera que existe la capacidad del maternaje o paternaje, “de dar formación a hombres y mujeres honestos, de bien para nuestro país”.
A modo de invitación propuso para el caso de las parejas homosexuales conformadas por hombres o mujeres, que la adopción se ejerza con responsabilidad, no porque sea una moda o “porque se puede” sino que se demuestre a la sociedad “que somos gente con capacidad para esto y más”.
