Río de Janeiro. El delantero Javier Hernández declaró hoy que la Copa Confederaciones llega en buen momento para la selección mexicana porque le permitirá cambiar el «chip» de lo que vive en la ronda clasificatoria para el mundial del próximo año.
Luego del entrenamiento abierto para los representantes de los medios de comunicación en la cancha del estadio Sao Januario, del equipo Vasco da Gama, el «Chicharito» Hernández mostró estar en otro ambiente, más emocionado y sin la presión que representa sólo llevar un triunfo en el clasificatorio de la Concacaf.
Pero es evidente que le resulta difícil dejar a un lado esa situación, al decir que «hay que ver el lado positivo de todo esto, si nos quedamos lamentando y sufriendo no vamos a llegar a ningún lado».
Agregó que «en esta selección tenemos que hacer bien las cosas para no ser unos jugadores mediocres ni conformistas».
El jugador del Manchester United espera encontrar en esta Copa Confederaciones «un tanque de oxígeno puro» y no tan denso y pesado como el que cargan en la eliminatoria mundialista.
Dijo sentirse «feliz de pertenecer a este torneo y jugar contra las mejores selecciones del mundo, y muy emocionado de estar en este país tan futbolero y bonito».
Pero sabe que no tiene tiempo para turistear, para conocer el Cristo Redentor ni caminar en la ciudad, porque lo primero es el encuentro del domingo ante Italia y «queremos ganar».