Ahora que de pronto y como estrategia de desprestigio, la oposición ha generado opiniones adversas a cualquier obra o actividad que realiza el Gobernador David Monreal Ávila, quiero recordar el sexenio fallido de Miguel Alonso y los cinco años de gestión de Alejandro Tello, para sumar once años de atraso, desigualdad e inseguridad que ya los ciudadanos de mente corta han olvidado y, como el que desconoce la historia está condenado a repetirla, contribuyo con estas líneas a refrescar un poco nuestros avatares sociales con estos personajes a los que algunos ilusos, añoran con mucha nostalgia. Con Miguel Alonso y gracias al trabajo social que el que escribe realizaba como investigador de la UAZ, advertí muy de cerca la desesperanza de la gente ante la ausencia de oportunidades en todas las regiones de nuestra entidad, sobre todo en el semidesierto donde ni siquiera había agua, menos alimento, trabajo o internet para que los jóvenes llevaran sus clases en línea ante la falta de planteles educativos que les permitieran seguir con sus estudios, lo cual generó mucha deserción escolar. De la violencia ni que decir, a plena luz del día y en las horas dónde más gente había, asesinaron tanto a hombres, mujeres y niños. Nadie estaba seguro en el territorio, aún más, éramos de las entidades más pobres a nivel nacional, mientras que los estados circunvecinos progresaban ante nuestra mirada, tal era el caso de Aguascalientes y San Luis Potosí, aquí solo veíamos pasar la riqueza; más jodidez imposible. Sobre todo y con pruebas contundentes y objetivas, afirmamos que los gobiernos priistas de Miguel Alonso y Alejandro Tello, han sido un fracaso histórico para el desarrollo económico y social de nuestro pueblo, tuvieron la oportunidad de hacer bien las cosas y no lo quisieron hacer, sin embargo, sus bolsillos están a reventar y estoy cierto que ninguna liga podría amarrar tantos millones robados a los zacatecanos, ese dinero está en cuentas ocultas en otros países y con inversiones en bienes raíces en otros estados de la República y el extranjero. Es una lástima que no muy pocos zacatecanos padezcan del síndrome de Estocolmo y estén esperando el regreso del PRI para seguir obteniendo más de lo mismo. Me voy a referir inicialmente al gobierno alonsista y, tal como lo dijo en su último informe de gobierno, “cada zacatecana y cada zacatecano tendrá su propia percepción de lo alcanzado y ejercerá su derecho fundamental de juzgarlo”, entonces le tomó la palabra y, sin pretender denostar su gestión con la ausencia de elementos, me remito a su Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, del cual recupero lo siguiente: se señalaba que el estado se preparaba para iniciar una etapa hacia el desarrollo humano, impulsado por la determinación de su sociedad y gobierno para integrar esfuerzos y desafiar retos, siempre con altura de miras y determinación de triunfadores. En este contexto, se formularon los siguientes ejes rectores: 1. Zacatecas seguro. 2. Zacatecas unido. 3. Zacatecas productivo. 4. Zacatecas moderno y, 5. Zacatecas justo. Sobre lo anterior, mi percepción ciudadana, intelectual y objetiva me lleva a puntualizar que nuestra entidad vivió un sexenio fallido en todos los ejes descritos, pues tenemos frente a nosotros, datos innegables que nos ubicaron en alarmantes índices de inseguridad en materia de secuestros, homicidios, extorsiones y violaciones a nuestros Derechos Humanos Fundamentales, solo que antes la domesticación de organizaciones, intelectuales, académicos y algunos medios de comunicación, generada por cañonazos de millones de pesos, permitió ocultar la realidad con opiniones sorprendentemente favorables. Los zacatecanos perdimos el preciado tesoro de la seguridad que teníamos y, la amenaza de que ese paraíso no regresara para los próximos años. De igual forma, respecto al Zacatecas unido, se dijo que la perseverancia de nuestro pueblo en la lucha contra toda la adversidad, era muestra de que la unidad era la vocación que impulsaba a las y los zacatecanos por lo que se pretendía seguir luchando contra aquellas adversidades que según el gobierno alonsista, había recibido como herencia de la Gobernadora Amalia García Medina. Gracias a Miguel Alonso se tuvo un Zacatecas más endeudado y la deuda pública subió un 208% traducido en 12 mil millones de pesos (DOCE MIL MILLONES DE PESOS) sin embargo, los académicos, intelectuales, asociaciones o manifestantes, nunca dijeron absolutamente nada, con todo y que la tendencia era caer cada vez más en los índices de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU. Sigo con el ejercicio de refrescar la memoria, la próxima semana…
Álvaro García Hernández