Independientemente del enojo del presidente Andrés Manuel López Obrador, motivado por la boda de Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con Claudia Humphrey consejera del Instituto Nacional Electoral, celebrada el fin de semana pasado en Antigua, Guatemala, es importante destacar y reconocer que el ahora ex funcionario, estuvo a la altura en el desempeño de sus funciones, al frente de la dependencia a su cargo.
Sobre ese acontecimiento personal y familiar, se dio a conocer en medios y redes sociales la más variada información, encaminada a todas luces, a perjudicar a un funcionario que como pocos, entregaba “al pueblo” (en la palabra favorita del presidente López Obrador) resultados convincentes del ejercicio de sus facultades.
Falsas o no, las características y pormenores de la boda que se dieron a conocer: el lugar de celebración; el banquete; el número de invitados; el traslado y medio de transporte utilizado por algunos; “la elevadísima cantidad de 35 mil dólares, sin declarar” (suma aproximada de $700,000.00 en pesos mexicanos), que llevaba consigo una de las invitadas: Paola Félix Díaz, secretaria de Turismo de la Ciudad de México. Dinero éste, propiedad del empresario Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente del diario “El Universal”. Dinero al parecer, detectado por la policía de aquel país, al revisar el jet privado que resultó ser una aeronave rentada por esta persona y en la que algunos políticos y empresarios se trasladaban al evento.
Con posterioridad, fue contundente la renuncia de Santiago Nieto Castillo: “Antes de que pudiera afectarse el proyecto, por las críticas relacionadas con un evento personal y transparente, preferí presentar mi renuncia como titular de la UIF. Mi lealtad es con el presidente AMLO. Mi amor para Claudia”.
Dicho evento, también costó el cargo a la funcionaria Paola Félix Díaz.
Pronto y de manera apresurada, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dio a la tarea de aceptar la renuncia de Santiago Nieto, y como “acto de magia” nombró en su lugar a Pablo Gómez Álvarez, informando el pasado lunes 8 por la noche, que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández le dio posesión como nuevo titular de la UIF, a partir del martes 9 del presente mes y año.
Una situación como la que se describe, preocupa. Mis argumentos son:
1.- ¿Al celebrar el acontecimiento de su boda, Santiago Nieto incurrió en alguna falta al orden jurídico establecido en el sistema mexicano?
En nuestro país las personas son libres. Gozan de libertad. Esta, es un derecho humano. Un derecho fundamental inherente a las personas. Así entendida, la libertad es la facultad que se tiene para hacer o dejar de hacer, todo aquello que no esté ordenado ni prohibido por la ley.
Así, las personas pueden comportarse como deseen en su vida personal, familiar, social, siempre y cuando no transgredan el orden jurídico establecido. Por eso, el límite de la libertad es el inicio de los derechos de terceros.
Obviamente que los funcionarios y servidores públicos además de su vida pública, también tienen su vida privada. Sería muy difícil aceptar que por atender cargos queden impedidos para vivir su condición de ciudadanos ajenos a la administración pública, y esperar a que concluyan para tomar dicha condición.
2.- Sin embargo, no debe haber impunidad. Cuando un funcionario o servidor en ejercicio de sus facultades incurre en faltas es otra situación. Si se tratara de delitos, su conducta podría llevarlo a enfrentar juicio político previo desafuero, en los términos establecidos por los artículos 108, 109, 110, 111, 112, 113 y 114 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Bajo este panorama, no es el caso del ex funcionario Nieto.
3.- Lo que es preocupante, son los códigos que de hecho y no de derecho, se tratan de imponer a las personas, para que adopten determinadas conductas; se relaciones con ciertas personas; acudan sólo a eventos convencionales; no porten determinadas prendas; adapten su vida a determinadas circunstancias; anteponer la moral a todas las conductas de la vida personal y familiar.
4.- Vivir sin lujos y en la austeridad. Sería difícil aceptar condiciones de eta naturaleza. Las personas, aspiran a mejorar sus condiciones de vida, mediante sus recursos bien habidos provenientes de su trabajo; del ejercicio de su profesión; de sus bienes personales y familiares. Las personas son libres para decidir en qué y cómo gastan su dinero bien habido.
El nombramiento de Pablo Gómez Álvarez en sustitución de Santiago Nieto en la UIF, ojalá sea para bien y, continúe trabajando esa dependencia, como se logró en los tres primeros años del actual gobierno.
Las indagatorias de la UIF, para que puedan llegar a buen puerto, deben estar respaldadas por el ministerio público que es donde prevalecen las facultades del ejercicio de la acción penal. La UIF, es un centro de investigación que coadyuva a enfrentar delitos de alto impacto: lavado de dinero; recursos de procedencia ilícita; terrorismo; corrupción; narcotráfico y trata de personas, ya que todas estas actividades interactúan en el sistema financiero.
Parece que a la derecha le molestó la renuncia de Santiago Nieto, supuestamente los perseguía, eso es muy sospechoso. Por otro lado Nieto renunció, no lo corrieron, a quien debe atribuirse su salida.