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viernes, 19 abril, 2024
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El efecto Trump alcanzará a Zavala y AMLO

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Por: ISRAEL GUERRERO DE LA ROSA • admin-zenda • Admin •

■ Palíndromo

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Después de la indeseada victoria de Donald Trump la inquietante realidad de lo que podría pasar superó a mi incertidumbre. Era claro que Trump, ganara o no, había sentado ya una agenda, por demás preocupante, en la mesa política y social de los norteamericanos, sin embargo, no se esperaban los efectos en esas dimensiones.

Perturbado veía que las agresiones xenófobas a grupos minoritarios se incrementaron; el colapso de la página web de migración del gobierno canadiense planteaba la posibilidad de una emigración masiva; el anuncio de la retrograda organización del KKK sobre un desfile de celebración resultaba fuera de toda proporción;  la manera en la que niños latinos eran acosados con el grito: ‘Build the wall’ por compañeros.

De igual forma se multiplicaban manifestaciones del movimiento “Not My President” y la búsqueda de independencia del estado de California. Ante estos escenarios de rechazo y violencia lo más preocupante fue la respuesta del presidente electo acusando a los participantes como manifestantes profesionales.

Frente al primer desencuentro con una parte de la sociedad estadounidense y en un contexto que requería un llamado a la unidad, Trump continuó apostando por la polarización y el enfrentamiento con los detractores.

Pero los efectos tras el triunfo republicano se dieron también, de manera negativa en los mercados internacionales. Las bolsas registraron pérdidas importantes y en México, como lo padecemos, la paridad del peso-dólar ha seguido su escalada histórica y se mantiene latente una oleada de repatriados.

En política nacional también se han registrado o registrarán efectos secundarios. El vapuleado ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray sonríe plácidamente. Pese a la desastrosa visita de Trump a México, demuestra que tenía razón en traerlo al país. No se reubica en el ánimo del presidente Peña, porque nunca lo perdió, sin embargo sí se coloca nuevamente como una voz relevante en el gabinete, incluso por encima de Osorio Chong, uno de los más fuertes detractores a la visita del entonces precandidato.

No le “alcanza” para regresar formalmente al gabinete ni a la carrera presidencial, pero podrá entrar más holgado en la competencia interna por el Edomex. En caso contrario sabe que desde el inicio del sexenio tiene un lugar en el Senado.

Por otro lado, el triunfo del xenófobo da la posibilidad a Peña Nieto de impulsar una férrea política de protección de los mexicanos en el extranjero y la defensa de los intereses económicos del país, de hacerlo bien, le permitiría recuperar algo de la credibilidad perdida, ante una sociedad mexicana dolida por los insultos y amenazas del republicano. De no hacerlo seguirá cargando el pecado de haber sido el pelele que ayudó a Trump.

Uno más es que tras la derrota de Hillary, las comparaciones sobre el futuro de Margarita Zavala no se han hecho esperar. Pese a que muchos ya dan el triunfo a la panista en la carrera presidencial, como lo anticiparon con la demócrata, la realidad es más cruda.

Hillary encabezaba por poca diferencia los sondeos, pero no era una buena candidata y no tuvo la capacidad de “conectar” con el electorado, particularmente porque no se le identificaba con la clase trabajadora; representaba al establishment y era la única opción real frente al showman Trump; no quedaba más, era Donald o ella; sin embargo fue más contundente el discurso del odio y la paranoia.  La sociedad norteamericana se resistió a apoyar a una mujer para la Casa Blanca.

Margarita de igual forma está en los punteros de la competencia presidencial, pero no  por ser una excelente candidata identificada con el electorado o por una carrera política sobresaliente, no, la panista se encuentra encabezando las encuestas por: la exposición que tuvo como primera dama; el PRI no cuenta con un candidato de peso; la administración de Peña Nieto se encuentra en los perores niveles de popularidad, y Andrés Manuel López es el aspirante que más negativos registra.

Zavala en ese contexto se vuelve la “menos peor” pero sigue representando esa élite del poder endogámico, dominante y repudiado. Pero además, ¿la sociedad mexicana está preparada para el arribo de una mujer a Los Pinos? Creo que hay un número muy importante de mujeres con sobrada capacidad para dirigir al país, no necesariamente Margarita, sin embargo, la duda es si el grueso de los votantes lo está.

Finalmente, se intensificará la campaña para asemejar a AMLO con el republicano, primero porque este último es uno de los personajes más rechazados en México.

Además el triunfo de Trump es una clara muestra de que los discursos incendiarios y de división sobrepasan las campañas, se arraigan y materializan y eso ya causa temor por los discursos de confrontación del tabasqueño.

La campaña del miedo será nuevamente la estrategia para frenar al líder de Morena, pero ahora identificado con Trump en donde se podrá al frente que lo que sucede en Estados Unidos podría suceder en México de llegar AMLO a Los Pinos.

Además, se retomará como una posibilidad latente la fuga de capitales y de manera radical se esparcirá a manera de amenaza la independencia de estados como Nuevo León.

De no moderar el discurso antisistema de puercos y cochinos –que paradójicamente lo tiene en las preferencias- el efecto Trump hará que Andrés Manuel vea nuevamente la derrota. Los mexicanos apostarán por un discurso menos estridente ante los sucesos en Estados Unidos.

Bajo este panorama nos leemos en la próxima entrega de Palíndromo, de izquierda a derecha y viceversa. Bienvenida Catalina y resignación a los amigos por su pérdida. ■

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