Las invasiones norteamericanas en territorio zacatecano dejaron profundas huellas en el ánimo de la población y creando las famosas milicias cívicas para defender su territorio, aun así, su intromisión violenta dejó fusilados, detenidos, azotados, muchos naturales huyeron de las villas, pero a los estadounidenses la cara de sorpresa no se desdibujaba por la agreste toponimia de las montañas de Zacatecas de 1846 y en su arrasamiento de ciudades rumbo a la toma del Palacio Nacional en pleno centro de la República desalmada.
Data de años la relación entre ambos pueblos, si las minas zacatecanas despertaron la codicia de los inversionistas y gambusinos norteamericanos. Si cónsules o familias enteras estadounidenses que aprovecharon la bonanza y su mercar se asentaban en suelo zacatecano, y al paso de los años miles de braceros zacatecanos dando su vida en un país que solicitaba mano de obra barata ante el desabasto de sus hombres por andar siempre entre guerras e invasiones.
La amenaza de guerra con el vecino país del norte era real y los zacatecanos nunca se rajaron, la confusión y las traiciones muy en boga de Santa Anna y Valentín Gómez Farías y los contingentes militares mexicanos carecían de pertrechos, pero aún así los enfrentamientos fueron heroicos más por la cercanía con San Luis Potosí, “San Luis de la patria” pues en la famosa batalla de La Angostura el triunfo fue para los mexicanos y en especial para potosinos y zacatecanos que aportaron armas, víveres y las inseparables esposas que acompañaban a los soldados en todo momento.
Zacatecas se fortificaba con la ayuda de toda la población, los reos eran sacados de las cárceles y en cadenas para construir un muro que protegiera a la ciudad, pero los invasores usaban primero la virulencia de los indios apaches para azuzar y asustar y trepar sobre las pertenencias de los naturales quienes intuían que eran como la avanzada que pronto perpetraría estados de sitio y castigo real por donde pasaren. Obvio no pudo concretarse dicha fortificación por la ausencia de dineros y materiales, pero se intentó como una medida urgente.
La tercera parte de la economía mundial se mueve con el lavado de dinero, narcotráfico, venta de carros robados, trata de personas, una ristra gigante de ilegalidades monstruosas en donde hasta la venta de órganos y la pornografía infantil se ve entre las líneas tenebrosas que escriben a un mundo globalizado en guerras, pandemias, pero también la bonanza comercial y el comercio entre naciones que tienen tapaderas profesionales, demagogos de alta catadura, simulaciones injustificables que permiten que México haya creado a una mafia aún más poderosa que la China o la Italiana, la Rusa o la Colombiana.
Más de 150 ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica tienen la presencia de los cárteles mexicanos en el trasiego y venta de drogas, los cárteles mexicanos tienen también presencia en más de 180 países, utilizan todos los medios y todos los puertos para llegar a los lugares mas inesperados, Vi que la prensa argentina en 2020 denunciaba como sus puertos eran la señal para embarcar toneladas de drogas a países del África, Oceanía, Asia, ante los ojos del mundo financiero que usa paraísos fiscales y la compra y corrupción de aduanas enteras.
Ante esa embestida, lo inaudito se presenta ahora en suelo patrio zacatecano que como miembro de una Federación obedece estrictamente a los lineamientos que la justicia y el orden legal establecen, el reto enorme es proteger la vida y la paz espiritual de los zacatecanos que no tienen descanso desde hace por lo menos 15 años donde el espanto se ha adueñado del sueño y las ilusiones de muchos hogares, abunda el luto, el desorden, la bronca, el insomnio.
Ojalá que los estudiosos de la historia escarben sobre la presencia histórica del valeroso pueblo norteamericano que tantas cosas ha aportado al mundo, pueblo de inventores, de sagaces aventureros, de generosos científicos, de intercambios asombrosos, cientos de películas se filmaron en suelo zacatecano, miles de anécdotas de los mejores artistas de todas las áreas con los humanistas y creadores de Zacatecas, el estado plurinacional trilingüe donde las etnias aún corrigen la moral, el modo honesto de vivir y la sapiencia.
Ojalá también todo este estremecimiento que vive la fama de sus gobernantes y los representantes estadounidenses, de pie, una luz en el túnel, para que se vislumbre la paz tan anhelada a la que sus pobladores tienen derecho.
