La Gualdra 589 / Dossier Libros de Texto Gratuito 2023
Por Sarahí Jiménez Zamora
En el año 2019, México dio un paso importante en el ámbito educativo con la promulgación de la «Ley General de Educación». Esta ley se diseñó con el objetivo de establecer una normativa integral para el sistema educativo mexicano, fortaleciendo así el Artículo 3 de la Constitución, que consagra el derecho a la educación y sus características fundamentales. Sin embargo, dentro de esta ley se encuentran también las pautas para la planificación y uso de los libros de texto en las escuelas del país. Este artículo se adentrará en el tema de los libros de texto para la educación primaria en México, específicamente, enfocándose en el libro «Múltiples Lenguajes» para primer grado. Esta obra se presenta como una herramienta crucial en la construcción de la nueva escuela mexicana, pero su implementación no ha estado exenta de controversias.
Desde hace 5 años, se ha trabajado en lo que se conoce como «La Nueva Escuela Mexicana», un ambicioso proyecto educativo que busca transformar la educación en el país. Uno de sus pilares fundamentales es la renovación de los libros de texto, de acuerdo con los parámetros establecidos en la Ley General de Educación. Sin embargo, aquí es donde comienzan las preocupaciones. Expertos en educación han expresado sus preocupaciones sobre la falta de un proceso de revisión adecuado para los nuevos libros de texto. Según la ley, antes de su publicación, se deben divulgar los planes y programas de estudio para que un grupo de padres, docentes y expertos los analice y valide. Esto, en teoría, garantiza la calidad y pertinencia del contenido. Sin embargo, en la práctica, esta etapa parece haberse obviado, y los libros se han distribuido sin un proceso de revisión exhaustivo.
En el caso del libro «Múltiples Lenguajes» para primer grado, es innegable que el contenido abarca temas importantes, desde la historia de los alebrijes hasta la preparación para situaciones de emergencia, como un sismo. Esto muestra una preocupación genuina por la formación integral de los estudiantes y su preparación para diversas circunstancias de la vida. Sin embargo, surge una preocupación legítima en cuanto al lenguaje utilizado en estos libros. Están dirigidos a niños de entre 6 y 7 años, una etapa en la que no todos los estudiantes tienen un nivel de lectura avanzado. Esto plantea un desafío, ya que los libros emplean un lenguaje que puede resultar complicado para algunos estudiantes, lo que podría generar dificultades en su comprensión.
Por último, se observa la inclusión de códigos QR en los libros de texto, una medida que busca integrar la tecnología en la educación. Si bien esto puede ser beneficioso para algunos estudiantes, aunque también plantea la cuestión de la desigualdad en el acceso a la información. No todos los niños en México tienen acceso a dispositivos electrónicos o conectividad a internet, lo que podría dejar a algunos en desventaja.
En conclusión, los nuevos libros de texto para la educación primaria en México representan un avance significativo en la construcción de la Nueva Escuela Mexicana. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos relacionados con la accesibilidad y la calidad del contenido para asegurar que todos los estudiantes, independientemente de su nivel de lectura o acceso a la tecnología, puedan beneficiarse de esta nueva era educativa en México. Los libros de texto, en mi opinión, no son necesariamente malos, pero al examinarlos, es evidente que su redacción está dirigida hacia un público adulto o adolescente con ciertos conocimientos.
Es fundamental recordar que todos tenemos el derecho a la educación, una garantía individual que no debe pasarse por alto. No creo que el uso de estos libros nos convierta en un país comunista, pero sí pueden contribuir a fomentar el pensamiento crítico, algo que a menudo se descuida. La sociedad evoluciona constantemente, y nuevas historias siempre formarán parte de nuestra historia en México. Por lo tanto, lo que se presente en los libros de texto representa una realidad que ya se ha vivido; pero, también es esencial cuestionar su veracidad y relevancia en el presente.