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miércoles, 24 abril, 2024
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¿Cómo enfrentar la crisis: con un Estado social o uno neoliberal?

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Por: Óscar Alzaga •

Al aparato del Estado lo transformó la política neoliberal de 6 gobiernos, así, de 1155 empresas públicas en 1982 dejó 413 en 1988; más radical fue la privatización de la minería, metalurgia, siderurgia y Telmex y el TLCAN de 1988-94; destruye el ferrocarril y adelgaza el IMSS de 1994-00, e Intenta privatizar la industria eléctrica, pero el SME lo impide con una férrea unidad interna, una amplia labor externa y la lucha de 1999.

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El PRI en crisis, con fraude gana la presidencia de 1988 y con el apoyo del PAN. En el 2000 el PAN -aliado al PRI- fue su relevo neoliberal de 2000-06 y 2006-12, incluyeron el fraude de la presidencia de 2006. Esos gobiernos siguieron la misma política: el presupuesto social de salud, educación, vivienda lo reducen al extremo, para adelgazar el Estado social y además pasar clientes a educación, vivienda y salud de la iniciativa privada (IP).

Ambas medidas -adelgazar y privatizar- benefician en primer lugar al gran capital nacional y extranjero: las grandes empresas del Estado pasaron a oligarcas o a formar oligarcas (Slim, Ancira y otros). En claro detrimento del pueblo, los trabajadores y sus familias. La alianza estelar PRI-PAN fue el Pacto por México de 2012, que incluyó otro fraude electoral presidencial, la reforma laboral, la educativa y otras, junto al trofeo mayor: privatizar Pemex y CFE. Lo que 5 gobiernos no pudieron, el último lo logró, aunque ese triunfo neoliberal costara una brutal caída del PRI en 2018, y también del PAN y el PRD de los “chuchos”.

¿Por qué un costo tan alto? Porque el pueblo conoció esas mentiras y trampas más de lo que imaginaron los neoliberales. Y porque a los jóvenes del PRI que en los años 70 se adhirieron a la política neoliberal, impulsada por Reagan & Thatcher e institucionalizada en 1990 con el Consenso de Washington, se les olvidó la política nacional y el Estado social surgidos de la Revolución de 1910, la Constitución Social de 1917 y del cardenismo de 1934-40. Los tres pilares de la identidad nacional fueron traicionados por ellos, sin olvidar que de 1940 a 1982 tuvieron mucho de demagógico por aquel PRI, al que tanto criticó el PAN.

Desde luego esas luchas fueron por el poder político sexenal, pero de fondo y más importante fue la lucha por el poder económico del país, que siempre van de la mano aunque a primera vista parezcan distantes. Al menos a la vista de la ciudadanía y peor si a través del cristal de los medios de información, en manos de la derecha o neoliberales.

En la noche del sábado del 10 de octubre de 2009, como en un asalto, el ejército tomó las instalaciones de Luz y Fuerza, así extinguía la empresa estatal, pese a que Calderón no tenía facultades para ello. Con mentiras intentó justificar el despido de 44 mil electricistas y su ilegal cierre. Para que después cínicamente reconociera que la medida fue por la presión de la IP que le pidió el cierre de LyF.

Los gobiernos son la parte del Estado que cambia en cada sexenio, el Estado en cambio es más amplio y permanente, incluye el territorio, los mares y cielos, la soberanía nacional, los tres poderes, los ámbitos estatales, municipales y federal y sobre todo al aparato del Estado, que es el más grande de una sociedad con capacidad de organizarla a toda.

Los neoliberales renunciaron al Estado planificador, administrador y regulador de la economía y la sociedad, para dejarlo todo en manos de la mal llamada libre economía y libre mercado, internacional y nacional, en realidad de la IP y la cúspide de ella: la oligarquía.

La salud en el país fue severamente dañada por los neoliberales de 1982 a 2018, cualquiera que recuerde los servicios del IMSS en hospitales, clínicas y guarderías, puede compararlos con los servicios de 30 años después. Las áreas de urgencias cambiaron de tener camas, sillas de ruedas y asientos a tener solo piso para los que llegaban a esa área. Las guarderías de ser las mejores del país, auténticos modelos para el cuidado de bebés, pasaron a ser –negocios de la IP-, en bodegas con ventilas como la ABC de Hermosillo. La educación igual, pues la reforma de Peña fue una gran mentira, ya que en realidad se trató de una reforma laboral punitiva contra los maestros de libre pensamiento, que ahora ya se echó abajo.

En realidad en 1988 lo que estuvo en pugna fue sustituir el Estado social deteriorado y desprestigiado, por el modelo neoliberal. Entonces el PRI necesitó al apoyo oligárquico externo e interno, pues sólo no podía, estaba partido en dos. En 2006 fue más duro: a la crisis interna electoral por retornar el Estado social con AMLO, se sumó la división de América Latina: la mitad con gobiernos no neoliberales sino democráticos – Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia y otros-, querían integrar la Unión Latinoamericana, independiente de Estados Unidos, lo que de triunfar AMLO fortalecería la línea anti-neoliberal.

Ahora la crisis pos-pandemia Covid-19 apunta que será mayor a todo lo que hemos enfrentado desde hace 50 años, en cuanto a la caída de la economía, la caída del empleo y a las múltiples repercusiones que esto tiene ya y más lo que tendrá. Lo que plantea urgentemente: con qué tipo de Estado haremos frente a esa crisis social y económica, que además suma los reclamos de la IP y de los dueños de los medios informativos.

La oligarquía a través de sus voceros quiere que la recuperación sea para su beneficio en primer lugar, para volver a una “normalidad” a su favor. Por otro lado, está la mayoría de la nación que debe participar en esta lucha a fondo, por el presente y futuro del Estado Social, de origen mexicano y con raíces en lo mejor de la historia.

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