Eduardo Muñoz Franco, titular de la Dirección de Seguridad Pública de la capital, dijo que se han recibido reportes y se han logrado detenciones de personas indigentes que cometen robos en comercios.
Sin embargo, cuando se logra la detención de una persona, es complicado actuar de manera jurídica en su contra, debido a su situación vulnerable. En algunos casos dichas personas presentan problemas de salud mental, y no cuentan con el respaldo de familiares.
Por ende, no cuentan con dinero para pagar la mercancía, ni para pagar una fianza establecida por un juez, por lo que se debe tener prudencia en estos casos, actuar con sensibilidad y profesionalismo.
Muñoz Franco subrayó que la policía no debe ser utilizada por parte de los responsables de la seguridad de centros comerciales o establecimientos, pues cuando se detiene a una persona por no pagar un producto, se le pide liquidar hasta 3 veces su precio, para dejarlo en libertad.
La sanción debe ser justa, no caer en excesos ni aprovechar el momento para obtener un beneficio económico. Y en el caso de que se solicite, el área jurídica de los establecimientos deberá interponer su respectiva denuncia ante el Ministerio Público.
La policía no podría prestarse a ser usada para presionar a los presuntos ladrones a que paguen una cantidad elevada, y que no corresponde a la mercancía robada, sino que se procede a la detención preventiva, para que los afectados interpongan su demanda.
“Se tiene que ser tolerante, prudente con ellos. Hay algunos como ‘Pollito’ que recoge cartones, otro vive en el panteón La Purísima, llega a las taquerías y le regalan comida, ¿De qué se le podría acusar?”, expuso el jefe policiaco.
