Los problemas que el ISSSTEZAC arrastra desde hace varios sexenios, sin ser atendidos a fondo, como debió hacerse, solo los ha agravado hasta llegar a la crisis actual, en la que pareciera estar en riesgo su sobrevivencia. Ciertamente, las vías de solución son escasas y complicadas, pero existe la obligación de rescatarlo, tanto para evitar su colapso financiero, como para honrar los compromisos del gobernador Alejandro Tello de procurar mayor bienestar y estabilidad social y económica a las familias zacatecanas.
La tarea, sin duda alguna, es colosal, pero por más difícil que parezca todos los que de una u otra manera estamos vinculados con el Instituto, tenemos la obligación de sacarlo del atolladero y ponerlo en la ruta del progreso.
Ese es nuestro mayor objetivo y a él le dedicamos los mayores esfuerzos. Así, estudiamos a fondo la situación en la que están otros organismos homólogos, en otros estados de México y en países donde los sistemas de pensiones son exitosos, así como investigaciones especializadas de organismos internacionales: Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Económica Para América Latina (Cepal) y otros, sin dejar de lado estudios hechos por expertos mexicanos dentro del gobierno federal y de académicos de distintas universidades nacionales y extranjeras. El tema, dada su importancia y situaciones críticas que experimentaron en todo el mundo la mayoría de sistemas pensionarios, ha sido motivo de exhaustivos análisis y propuestas.
En esa búsqueda revisamos información de entidades análogas, entre las cuales destaca, por sus buenos resultados, la del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato (ISSEG), que al finalizar el año pasado registró un incremento de 12% en su fondo de pensiones, porcentaje equivalente a 2 mil 770 millones de pesos. Su balance anual indica que en 2018 su patrimonio ascendía a 23 mil 8 millones de pesos, y al cerrar 2019 terminó en 25 mil 787 millones.
¿Cuál fue la estrategia para alcanzar tan positivos resultados? Por un lado, el Instituto tiene una cartera de inversiones financieras, con importante bolsa de planes crediticios para los asegurados, entre ellos préstamos hipotecarios y a largo plazo, los cuales el año pasado dejaron rendimientos por 793 millones de pesos.
Otra línea estratégica es la comercial, en la que tan solo la cadena de farmacias aportó utilidades, que ascendieron a 250 millones de pesos y en conjunto con arrendamientos y estacionamientos se obtuvieron 282 millones de pesos.
A estos beneficios debe sumarse la plusvalía de los bienes inmuebles, estimados en 68 millones de pesos.
A vuelo de pájaro es evidente que el ISSEG es un organismo sano, próspero y que de mantener la eficiencia, honestidad y transparencia con la que ahora se maneja, tendrá asegurada una existencia bonancible para los próximos 100 años, según las prospectivas actuariales.
Para tener más información, y de primera mano, la semana pasada concretamos una reunión virtual con Ricardo Sergio de la Peña Rodríguez, director del Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato (ISSEG), quien solidariamente nos compartió sus experiencias y nos puso al tanto de la satisfactoria situación financiera del Instituto.
De la Peña Rodríguez nos explicó los mecanismos utilizados para lograr la suficiencia financiera, elevar el fondo de pensiones y los procesos para impulsar los negocios y aprovechar los créditos como palancas para generar el bienestar de los beneficiarios y del Instituto.
Todo esto, remarcó, se ha logrado gracias a la solidaridad y aceptación de todos los integrantes del ISSEG, desde los trabajadores y directivos hasta los dirigentes sindicales. Todos comparten y asumen plenamente los cambios y transformaciones necesarios para robustecer el instituto.
Como las cifras lo prueban, los sistemas de pensiones deben ser entidades con crecimiento ilimitado. Todo depende de las estrategias que se adopten para convertirlos en negocios exitosos y multiplicadores de beneficios.
Si Guanajuato y otros estados mexicanos han logrado fortalecer y hacer que fructifiquen generosamente sus sistemas pensionarios, no debe haber impedimentos reales para que los trabajadores al servicio del estado en Zacatecas alcancen esos niveles de bienestar.
Por eso en el ISSSTEZAC redoblamos los esfuerzos. Antes de que finalice el quinquenio de Alejandro Tello Cristerna habremos no solo evitado la quiebra del Instituto, sino que lo revitalizaremos para colocarlo nuevamente en las vías de la recuperación y de un progreso firme y sostenido.
La tarea es difícil pero no imposible. Buena voluntad de todas las partes y una solidaridad a toda prueba serán los ingredientes de la fórmula que nos llevará al éxito.
*Director general del ISSSTEZAC
