El Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile, ha lanzado recientemente la cuarta edición de su estudio Riesgo político en América Latina, editado por Jorge Sahd K., Daniel Zovatto y Diego Rojas. En éste se enuncian y repasan diez riesgos, tanto de carácter trasnacional, doméstico o social. Éstos son: Inseguridad, crimen organizado y narcotráfico; Aumento de corrupción e impunidad; Desafección democrática, avance del populismo y autoritarismo; Gobernabilidad bajo presión y rápida pérdida de apoyo de los mandatarios; Aumento de flujos migratorios; Radicalización de protestas sociales; Inestabilidad Internacional; Deterioro del clima de negocios; Impacto de la tecnología (inteligencia artificial, redes sociales, ciberamenazas) en política y Vulnerabilidad frente al cambio climático.
Es una expresión del propio estudio la de tsunami electoral, pues este año se llevarán a cabo alrededor de 80 procesos electorales en todo el mundo. Se destaca desde luego por su importancia para la región, y aún más para México, el de los Estados Unidos, en el que recién han quedado definidos los dos candidatos sin mayores sorpresas: el actual presidente Joe Biden, por el Partido Democrática y el ex presidente republicano Donald Trump.
El riesgo más latente y que por tanto encabeza la lista, es el del crimen organizado. En nuestro país el tema no ha dejado de estar en la agenda y, antes que prestar espacio a la elección más grande de nuestra historia, ha hecho su aparición desplazándola, en ocasiones, citada por la propia contienda y en otras, haciéndose presente a través de crímenes contra actores políticos o bien, por acontecimientos que rebasan toda noticia de carácter político.
Cabe citar el contexto que el estudio hace del caso mexicano, pues en resumidas cuentas, así se ve a distancia cercana, la próxima elección: “México vivirá una mega-elección el 2 de junio, con más de 20.000 cargos en juego. La contienda mayor será entre dos mujeres, garantizando que México tendrá por primera vez una presidenta electa. Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de Ciudad de México y candidata oficialista, lleva la delantera en las encuestas. Su rival, Xóchitl Gálvez del PAN, lidera la Alianza opositora “Frente Amplio por México”, que incluye a los partidos tradicionales PRD, PRI y el PAN. La popularidad del presidente López Obrador ronda el 60%.”
El estudio, además, viene advirtiendo tres crisis en la región: la de gobernabilidad, derivado de la baja confianza en las instituciones, la calidad aún precaria de éstas y la presión que las redes sociales han sumado a la exigencia de respuestas gubernamentales; la crisis de expectativas, que se explica por una sociedad que ha evolucionado con mayor rapidez y ritmo que sus gobiernos, mismos que han sido incapaces de gestionar el conflicto que está detrás de las protestas sociales; y finalmente la crisis de certezas, en un contexto que, además de globalizado, ha venido ampliando sus niveles de incertidumbre por factores no previstos, el contexto post-covid no puede ser ignorado.
El documento se ofrece, y logra serlo desde nuestra perspectiva, como un insumo relevante para los tomadores de decisiones, tanto a nivel público como privado. En México bien haremos en atender su contenido, antes, durante y después del proceso electoral que definirá no solo el destino en materia política los próximos seis años, sino por sus características y complejidad, más allá.
@CarlosETorres_
