Después de más de cinco horas de discusión, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió este martes desestimar los conceptos de invalidez presentados en contra de la reciente Reforma Judicial, debido a que no se alcanzaron los ocho votos necesarios para su invalidación.
Esto significa que, aunque una mayoría de siete ministros se pronunció a favor de aceptar la procedencia de las acciones de inconstitucionalidad, no se alcanzaron los ocho votos necesarios para invalidar las disposiciones de la reforma, como lo exige la Constitución para modificaciones constitucionales. En consecuencia, los conceptos de invalidez fueron desestimados y la reforma sigue vigente en todos sus términos.
La sorpresa de la sesión se dio cuando el ministro Alberto Pérez Dayán, adelantó su posición respecto a las acciones de inconstitucionalidad sosteniendo que debían ser consideradas improcedentes, calificando el acto como una insensatez en respuesta a otra insensatez.
Previo a la votación final, Luis González Alcántara-Carrancá, Norma Piña Hernández, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Luis María Aguilar defendieron que se requerían seis votos para aceptar el concepto de invalidez, de acuerdo al texto actual de la Constitución.
Aunque se suele requerir una mayoría calificada de ocho votos para declarar la invalidez de una ley, el artículo 105 establece que en ciertos casos solo se necesitan seis votos, mientras que para la invalidez se requieren ocho, expuso el ministro Luis González. “Para mí son seis”, afirmó Piña.
«Obviamente si se requieren ocho votos para invalidar una ley, con mayor razón si se pretendiera invalidar la Constitución”, contestó Yazmín Esquivel secundada por Loretta Ortiz, quienes precisaron junto con Lenia Batres y Alberto Pérez Dayán que se requerían ocho votos en una corte compuesta por once ministros.
Anteriormente, la SCJN había determinado con ocho votos a favor y tres en contra, que los partidos políticos nacionales tienen legitimación para promover acciones de inconstitucionalidad contra la reciente reforma judicial. Esta decisión validó que partidos como el Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) impugnen las modificaciones aprobadas.
A favor votaron: Norma Piña,
Margarita Ríos Farjat, Juan Luis
González Alcántara-Carrancá,
Javier Laynez Potisek,Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez
Dayán, Luis María Aguilar
y Jorge Mario Pardo Rebolledo.
En contra votaron Yasmín Esquivel
Mossa, Lenia Batres Guadarrama
y Loretta Ortiz Ahlf.
Los ministros que votaron a favor fueron: Norma Piña, Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara-Carrancá, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Luis María Aguilar y Jorge Mario Pardo Rebolledo. En contra votaron Yasmín Esquivel Mossa, Lenia Batres Guadarrama y Loretta Ortiz Ahlf.
Al inicio de la sesión, el ministro ponente desechó la acción de inconstitucionalidad promovida por los diputados de minoría en el Congreso de Zacatecas exponiendo que no podían ser considerados legítimos para impugnar la reforma constitucional al Poder Judicial, pues “únicamente pueden impugnar normas expedidas por sus propias legislaturas, lo cual claramente no acontece en este caso».
Por la mañana a las afueras del recinto sede de la SCJN, la zacatecana Noemí Luna Ayala acompañada de Margarita Zavala y otros diputados panistas, se unía a la manifestación convocada para apoyar a la propuesta del ministro González Alcántara-Carrancá.
Luna Ayala, coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, describió como un «día negro para México» la decisión final de la SCJN. La diputada publicó en su cuenta de “X” un reconocimiento a los «siete ministros valientes» que, en sus palabras, «soportaron la embestida del régimen», al tiempo que acusó a «cuatro traidores» de ceder ante presiones políticas, y señaló que así es como empezó Venezuela.
En contraparte, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña criticó el intento de algunos ministros de invalidar la reforma, describiéndolo como un «exceso» y advirtiendo del peligro de que «seis personas intentaran decidir el destino de nuestra nación». Finalmente celebró la decisión de la corte de desestimar las impugnaciones a la reforma judicial, calificándola como una victoria de «la razón, la decencia y la legalidad».