El concepto gobernanza representa un modelo de gobierno en el que existe una relación coordinada y sinergia entre el Estado, el sector económico o mercado y la sociedad civil con el objetivo de lograr el desarrollo económico, social e institucional, es decir, el progreso en determinado territorio o demarcación.
En este sentido, hablar de una nueva gobernanza, sería hablar de un cambio radical en las políticas públicas, relaciones con los diversos sectores y con la sociedad bajo un gobierno, dejar atrás aquella forma de gobierno que no logró el bienestar colectivo, desarrollo económico ni la paz social, es decir, un modelo de gobierno que fracasó y no resulta viable su continuidad.
A nivel nacional el Presidente López Obrador, podemos decirlo, impulsa una nueva gobernanza, un nuevo modelo democrático, económico y social, busca cambiar radicalmente el obsoleto modelo neoliberal que no logró terminar con la desigualdad, la inseguridad ni la injusticia social, por el contrario fomentó la corrupción y una crisis en todos los aspectos.
La cuarta transformación resulta un cambio profundo no solo en las políticas públicas, sino que busca impulsar cambios democráticos y económicos, una nueva forma de relación entre el poder político, económico y social, en otras palabras una nueva gobernanza.
El gobernador David Monreal convirtió en su principal tema de campaña, la promesa de impulsar una nueva gobernanza en el Estado, desterrando el modelo neoliberal en Zacatecas, prometía marcar un antes y un después para el pueblo zacatecano una vez que terminaran los gobiernos priistas en la entidad.
Con la promesa de un cambio y con la esperanza de que la 4T que arrancó 3 años antes en el país llegara a lo local, el pueblo de Zacatecas decidió entregar la representación del ejecutivo y una gran mayoría en el Congreso Local, al monrealismo.
Las acciones de las que hasta el momento somos testigos los zacatecanos, van en sentido contrario de una nueva gobernanza, de un nuevo modelo de gobierno, sorpresivamente vemos un constante rechazo a los sectores, en especial al magisterio.
Un cambio profundo en el Estado aun puede ser una realidad, aun puede construirse una nueva gobernanza y cumplirle al pueblo de Zacatecas, frenar el intento de los legisladores por regresar las herramientas legislativas, impulsar reformas estructurales y políticas para terminar, de raíz la corrupción que el modelo neoliberal sembró en todos los poderes y niveles de gobierno.
Atender a los sectores que atraviesan crisis institucional y buscar en conjunto una solución, impulsar junto con el sector empresarial acciones para detonar el desarrollo económico en el Estado mediante proyectos regionales y programas de créditos, entre otras.
Zacatecas es un Estado con un gran potencial pero que ha sido golpeado fuertemente por la corrupción y falta de voluntad de una clase política que ha optado por anteponer sus intereses al del pueblo, sostener los mecanismos de corrupción y protegerse unos a los otros, la estafa legislativa, los elefantes blancos, la millonaria deuda en la que nos sumergieron, la falta de oportunidades, la pobreza que no disminuye en porcentajes considerables, son resultado de políticos incapaces, corruptos y sin visión.
Mantener esas redes de intereses políticos, esa incapacidad de funcionarios, la corrupción y la falta de interés por atender las necesidades sería todo lo contrario a lo prometido en campaña sobre una nueva gobernanza.
La consolidación de la cuarta transformación en el país requiere que el proyecto de nación baje a los estados y a los municipios, la participación ciudadana es fundamental para que los gobiernos cumplan con sus proyectos, involucrarnos en la exigencia a los representantes populares también es parte de una nueva gobernanza, exigir al monrealismo que cumpla en el congreso del estado, en los municipios y en el gobierno del estado, es parte fundamental de un cambio de modelo de gobierno, la relación de la ciudadanía con lo público y político debe comenzar a cambiar, de no ser así, continuarán cambiando nuestros representantes populares y la situación en el Estado nunca cambiará, los partidos políticos continuarán reciclando a la misma clase política sin ofertar una nueva propuesta.