Este primero de octubre en el Congreso de la Unión durante su toma de protesta como Presidenta de México, Claudia Sheinbaum manifestó que en la segunda etapa de la cuarta transformación gobernará con la máxima del Humanismo Mexicano, “por el bien de todos, primero los pobres”, entendido este, como un modelo de gobierno donde el cometido del Estado es crear las condiciones para que la gente viva feliz, con bienestar, con plenas libertades, sin miserias y temores; más allá del crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y la impunidad, los privilegios y disminuir las desigualdades y erradicar la pobreza con un modelo de economía moral, con austeridad republicana de los gobiernos “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, para así, destinar los recursos ahorrados a los que menos tienen, generar progreso con justicia, ya que el progreso sin justicia es retroceso.
En sus discursos pronunciados en el Congreso y en el Zócalo de la ciudad de México esbozó los lineamientos de su gobierno en 100 compromisos; en la presente entrega se destaca el fondo de algunos de ellos ante la imposibilidad de describirlos en extenso. La presidenta dejó claro que gobernará con la obligada división entre el poder político y poder económico, anteponiendo siempre el interés supremo de la Nación y del pueblo de México “con el pueblo todo sin el pueblo nada”; nuestro gobierno será sensible y cercano a la gente, en el cual se garantice las libertades de expresión, prensa, reunión y de movilización; garante del cumplimiento de los derechos humanos y sociales; jamás el uso de la fuerza del Estado para reprimir al pueblo; con pleno respeto a las libertades religiosa, política, social, cultural y sexual de nuestra sociedad; que combata todo tipo de violencia y cualquier forma de discriminación, racismo y clasismo; con protección de los derechos de nuestros paisanos radicados en el país vecino del norte.
Su gobierno continuará con la igualdad para los pueblos indígenas y afromexicanos, reconocimiento de las culturas y las lenguas; con igualdad sustantiva de las mujeres en todas sus formas y su derecho a una vida libre de cualquier tipo de violencia; con acceso a la salud de las mujeres en todo su ciclo de vida, especialmente a la salud sexual y reproductiva. Un gobierno con más oportunidades de educación y empleo para nuestros jóvenes.
Bajo la filosofía del humanismo mexicano “por el bien de todos, primero los pobres” continuarán los actuales programas sociales con apoyos crecientes por arriba de la inflación y llevados como un derecho en la Constitución (pensión adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes construyendo el futuro, beca universal en preparatorias públicas, entre otros); se crearán otros nuevos (pensión para mujeres de 60 a 64 años de edad, beca universal a estudiantes de escuelas públicas en preescolar, primaria y secundaria). Se aumentarán de manera significativa las becas a estudiantes universitarios, ampliación en la cantidad de preparatorias hasta igualar al número de secundarias y un mayor número de universidades públicas para aumentar la cobertura y disminuir la deserción escolar “la educación es un derecho, no un privilegio ni mercancía”.
En materia de salud, todos los mexicanos desde su nacimiento estarán afiliados al Servicio Público de Salud para el Bienestar, se fortalecerá al IMSS y al ISSTE y se consolidará el IMSS-Bienestar para atender aquellas personas que no cuenten con seguridad social con gratuidad en la atención médica, medicamentos, estudios y laboratorios y cirugías “la salud al igual que la educación es un derecho constitucional no un privilegio”. Para mejorar la atención y el abasto de medicamentos se va digitalizar todo el proceso logístico y se construirán farmacias del Bienestar; de igual manera, se fortalecerá la prevención de salud con el programa Salud, Casa por Casa para abatir enfermedades crónico degenerativas como diabetes e hipertensión. En materia laboral, se llevará a la Constitución las pensiones justas en IMSS e ISSTE para que los trabajadores se retiren con el 100% de su salario; los salarios mínimos se incrementarán por arriba de la inflación.
La soberanía alimentaria será el eje rector para la reactivación del campo mexicano, garantizando la autosuficiencia de maíz blanco, frijol, arroz, trigo y leche, con precios de garantía, fertilizantes gratuitos para pequeños productores, sembrando vida, producción para el Bienestar, producción de semillas mejoradas, sanidad vegetal y animal, tecnificación del riego, acceso a mercados y al financiamiento.
En materia energética, se seguirá fortaleciendo PEMEX y la CFE, sin privatizaciones, con autosuficiencia en gasolinas y diésel y se fortalecerá la capacidad de transmisión y distribución de energía y se mantendrá la participación en la generación eléctrica de CFE en 54% y el restante 46% para los privados. Se impulsará la transición energética con energías limpias para disminuir los gases con efecto invernadero causantes del cambio climático (solar, eólica, hidráulica). Todo lo anterior para mantener precios justos, sin incrementos en términos reales en beneficio de los usuarios y sectores productivos.
Se consolidará las obras estratégicas para el desarrollo del país y para el bienestar de los mexicanos iniciadas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como son el Tren Maya y el Tren Interoceánico, la refinería Olmeca, modernización de refinerías y centrales eléctricas, y se iniciarán otros proyectos estratégicos como los trenes de pasajeros, construcción y modernización de puertos, aeropuertos, carreteras y autopistas, presas y obras para el abastecimiento de agua potable en varias regiones y estados del país, saneamiento de ríos, conectividad con Internet para Todos, se aprovechará la posición estratégica que nos brinda el Tratado comercial con América del Norte para la relocalización de empresas con grandes polos de desarrollo y parques industriales, entre otras.
*Diputado Federal por el Tercer Distrito Electoral de Zacatecas