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jueves, 28 marzo, 2024

La Catástrofe atmosférica y el inminente fracaso de la COP 26 de Glasgow

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Por: José Luis Pinedo Vega •

Si la contaminación de ríos, mares y océanos es catastrófica, la contaminación de la atmosfera es mucho peor; es la mayor de las catástrofes ecológicas que se le ha causado al planeta. A la atmósfera se le puede considerar como un enfermo, al que se le echa un vistazo de COP en COP, pero para quien no hay intención de curar.

En el 2020 se liberaron a la atmosfera 32 284 millones de toneladas (Mt) solo de CO2. Una enorme cifra, difícil de asimilar. Pero, si se divide esa cantidad entre la población mundial –la cual llegará los 7 900 millones de habitantes este año- ello implicaría responsabilizar a cada persona, incluidos los bebes, de la emisión de 4 toneladas de CO2 por año. Para tener una idea de la magnitud de esa cifra, para liberar 4 tonelada de CO2 se necesita quemar poco más de 4 tonelada de combustible. De esa dimensión es el problema.

Definitivamente, no todos los países son responsables en la misma proporción de las emisiones, y dentro de un país, no todos los habitantes somos igualmente culpables. Pero las consecuencias son planetarias.

El CO2 es el gas que se produce cuando se quema cualquier cosa. El 43.4% del CO2 producido por la humanidad proviene del carbón, el 35.3% del petróleo, y el 21.4% del gas natural.

Lo peor del caso es que, no solo se libera CO2 a la atmosfera. Este es el gas que se emite en mayor cantidad, por ello de él se habla más. Pero hay otros gases de efecto invernadero (GEI) que se liberan en enormes cantidades, y que incluso tienen mayor poder de recalentamiento. Ellos son: el N2O que es generado por la industria de los fertilizantes y la agricultura industrial, Metano que es generado por todos los rumiantes y la descomposición de todo tipo de desechos y los Cloro fluoro carbones (CFC) utilizado en el aire acondicionado y refrigeración, de los cuales el más popular es el freón.

El efecto invernadero, o recalentamiento, es lo que ocurre en un invernadero, o lo que ocurre en un auto expuesto al sol. El calor del sol se queda atrapada en el interior. En la atmosfera, los GEI causan un efecto similar al del techo en el auto, no dejan escapar hacia el espació el exceso de calor.

El N2O produce un 24% efecto invernadero adicional al CO2, el Metano un 11% adicional, el freón un 1.3% adicional.

La naturaleza solo es capaz de asimilar o destruir una fracción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), el resto se acumula en la atmosfera, causando recalentamiento, este produce mayor evaporación del agua de los océanos que luego se convierten en huracanes…

La cantidad de GEI en el 2020 es equivalente al doble de la cantidad que había en la época preindustrial, por eso los huracanes son más intensos y las lluvias torrenciales.

Cierto, ha habido un progreso impresionante en eficiencia energética –hay autos más económicos, se utilizan materiales más ligeros, se han sustituido los focos incandescentes por focos ahorradores y por leds, el paso del bulbo al chip y a los microprocesadores y la compactación y minutiarización de muchos equipos -entre otros las computadores- ha significado un ahorro de energía y de materiales. Todo eso ha evitado que el problema sea mucho peor. Pero, aun así, el consumo de energía sigue creciendo y como el 84.35% de la energía provienen de fuentes fósiles, el crecimiento de las emisiones de GEI parece no tener contención.

La responsabilidad del Calentamiento Global y de los Cambios Climáticos, indudablemente recae en los mayores emisores de GEI.

Los mayores emisores de CO2 en el mundo son: 1) China cuyas emisiones en el 2020 ascendieron a 9 899 millones de toneladas (Mt), 30,7% del total mundial; el siguen 2)  Estados Unidos (con 4 452,2 TM, 13,8%), 3) La India (2302 Mt (7,1%), 4) Rusia (1482,2 Mt, 4,6%), 5) Japón (1027 Mt, 3,2%), 6) Irán (678,2 Mt, 2,1 %), 7) Alemania (604,9 Mt, 1,9%), 8) Corea del Sur (577,8 Mt, 1,8%), 9) Arabia Saudita (570,8 Mt, 1,8%), 10) Indonesia (545,4 Mt, 1,7%), 11) Canadá (517,7 Mt, 1,6%), 12) Brasil (417,5 Mt, 1,3%), 13) Sudáfrica (434,5 Mt, 1,3%), 14) México (373,2 Mt, 1,2%), 15) Australia (372,3 Mt, 1,2%), 16) Turquía (369,5 Mt, 1,1%) y 17) Reino Unido (319,4 Mt, 1,0%).

En el 2020, China produjo casi un tercio de las emisiones de CO2 del mundo (más del doble -2.2 veces- de las emisiones de Estados Unidos). El 59.4% de los 32,284 millones de toneladas de CO2 fueron emitidas tan solo por los primeros 5 países. Y las emisiones de los 17 países listados representa 77.4% del total. Los restantes 183 países solo son responsables de la quinta parte de las emisiones de CO2 en el mundo.

La pandemia, demostró ser mucho más poderosa en materia ecológica que las 25 COP promovidas por las Naciones Unidas. En el 2020 hubo una reducción mundial del 6.3% de las emisiones de CO2. Prácticamente en todo el mundo hubo reducciones importantes, con excepción de China, cuyas emisiones aumentaron 0.6%. Este aumento, en porcentaje parece poco, pero en realidad es equivalente las emisiones un país de la talla de Venezuela, Chile, Colombia y Bélgica. China fue el único país que no redujo ni su consumo de energía, ni sus emisiones. Su consumo de energía aumentó 2.1%, lo cual representa más de la mitad del consumo de energía de todo México.

China llega a la Conferencia de Partes de las Naciones Unidas, la COP 26 de Glasgow, con las mismas promesas de la COP de Paris 2015, reducir entre 60 y 65% sus emisiones hasta el 2030.  Pero, en los pasados 10 años ha tenido un aumento sostenido de 2.4% por año. A ese ritmo para el 2030 sus emisiones serán 21.6 % superiores. O sea que sus promesas son garrafales mentiras.

Estados Unidos, cuyas emisiones son el 13.8% de las globales, en los pasados 10 años ha reducido sus emisiones en 0.5% por año. Aunque esta cifra es significativa, a este ritmo es obvio que para 2030, solo alcanzará una reducción adicional del 5% en las emisiones. ¡El 5% del 13.8%!, representa tan solo 0.7% a escala mundial.

La india ha tenido un aumento sostenido de 4.5% de las emisiones por año. Al 2030 emitirá 40% por encima de su nivel actual.

Europa Occidental, que en conjunto es responsable de tan solo el 11% de las emisiones mundiales, ha observado una reducción promedio de 1.1% por año. Esta cifra parece alentadora, sin embargo, a este ritmo es obvio que para 2030, solo alcanzará una reducción adicional del 15% en las emisiones. ¡El 15% del 11% = 1.65% a escala mundial! Es decir, algo simplemente significativo.

En resumen, con excepción de Europa Occidental y Estados Unidos, el resto del mundo no ha disminuido en nada sus emisiones, por el contrario, sus emisiones siguen creciendo.

Obvio entonces, que las metas que más de 180 países dijeron haberse impuesto en la COP 21 celebrada en Paris, van a quedar en pura demagogia políticas. Por tanto, la COP 26 está condenada a ser otro evento turístico ecológico, que va a producir más emisiones que las que pretende combatir.

Indudablemente ¡China es y por lo visto seguirá siendo el mayor responsable! Su obstinación es convertirse en la primera potencia económica mundial ¿pero a qué precio? En los hechos está imponiéndole al mundo su política en materia ecológica. La gran interrogante es ¿cómo parar a China?

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