Beirut. En momentos que se libraban intensos combates en los límites de Damasco, un equipo de inspectores internacionales salió este miércoles de su hotel al inicio de su misión para destruir los arsenales químicos de Siria dentro de un plazo apremiante en medio de la guerra civil.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la semana pasada la misión de los inspectores que tiene como propósito desmantelar para el 1 de noviembre la capacidad de Siria para fabricar armas químicas y eliminar para mediados de 2014 el millar de toneladas de este tipo de agentes en poder del régimen.
Una caravana de camionetas con logotipos de la ONU fue vista cuando partía de un hotel en el centro de Damasco, donde se alojaba el equipo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.
No se aclaró a dónde se dirigían los inspectores en su primer día completo en el país después de su llegada el martes desde Líbano. Los especialistas efectuarán sus labores en medio de la lucha incesante.
En el norte de Damasco, los enfrentamientos entre los efectivos sirios y combatientes vinculados con Al-Qaeda causaron la muerte de por lo menos 12 soldados y milicianos que apoyan al gobierno, dijeron el miércoles activistas, en momentos en que el ejército continúa su campaña para expulsar a combatientes de la oposición en la capital.
La lucha arreció el lunes en el disputado distrito de Barzeh al incrementar el ejército sus ataques contra las fuerzas de oposición que desde hace meses intentan capturar esta zona, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
Distritos como Barzeh, en los límites de Damasco, son importantes para los rebeldes que se encuentran en los suburbios en las afueras de la capital en sus intentos para acercar la batalla al centro de poder del presidente Bashar Assad.
Por lo menos 19 soldados gubernamentales han muerto en Barzeh desde el lunes — incluyendo 12 el martes — y varias decenas más resultaron heridos, según el Observatorio. Los insurgentes, en su mayoría de la organización ligada a Al-Qaeda Jabhat Nusra, también sufrieron pérdidas, pero no las reportron, según el Observatorio.
El Observatorio también destacó que se libran combates en Jobar, en el límite oriental de la capital.
El norte de Siria, según el Observatorio, ha sido escenario de enfrentamiento entre rebeldes de Al-Qaeda y grupos más moderados en el poblado de Azaz, en la frontera turca. Extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante lograron avances contra rebeldes del Ejército Libre de Siria, que tiene apoyo occidental, dijeron los activistas, que no informaron de bajas.
Los enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes, que se han intensificado en los últimos meses, complican la situación del conflicto, que ha durado dos años y medio y en el que más de 100 mil personas han perdido la vida.
La lucha ilustra los enormes desafíos que encaran los inspectores al inicio de su cometido. Este equipo consta de una avanzada de 19 expertos del organismo que vigila las armas químicas y que tiene su sede en Holanda y de 14 miembros de la ONU.
En una semana, un segundo grupo de inspectores se unirán a los primeros para formar equipos que acudirán a diferentes lugares.
El ministro de Información de Siria, Omran Zoubi , dijo a The Associated Press que el país cooperará con los inspectores y les facilitará el cumplimiento de su misión, «que incluye la destrucción de los arsenales (químicos)».
«Tenemos una voluntad política al más alto nivel para (…) cumplir nuestras obligaciones y compromisos», dijo este miércoles Zoubi en entrevista en Damasco.
Los especialistas de La Haya, sede de la entidad, dijeron el domingo que la prioridad de los inspectores es ayudar a Siria a suprimir su capacidad para elaborar armas químicas antes del 1 de noviembre, usando todos los medios posibles.
Algunos de los inspectores examinarán la declaración inicial de Siria de las armas y componentes químicos que tiene y su ubicación. Otros planificarán la logística para visitar todos los lugares en la que presuntamente están almacenados los componentes químicos o las armas.
Podrán realizar visitas sorpresivas a los lugares que sospechen puedan contener armas no declaradas, y la resolución de la ONU indica que deben disfrutar de acceso irrestricto.
La misión de los inspectores es una consecuencia del mortífero ataque del 21 de agosto con armas químicas contra la oposición en los suburbios de Damasco.
Estados Unidos y sus aliados acusan del ataque al gobierno sirio, pero Damasco lo atribuyó a los rebeldes.