Más de 50 por ciento de los mantos acuíferos en la entidad están sobreexplotados: García
La falta del líquido en el semidesierto zacatecano ha generado el fenómeno ecomigratorio
Decenas de comunidades en el estado de Zacatecas, en donde se llevan a cabo proyectos de minería, cada vez tienen menor acceso al agua, mientras que las empresas lo tienen garantizado, afirmó Álvaro García Hernández, docente de la Unidad Académica de Derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
Expuso que más de 50 por ciento de los mantos acuíferos en la entidad están sobreexplotados y en consecuencia “vamos directo a una crisis del agua y se va a seguir agudizando el problema de la ecomigración”.
Comentó que durante dos años se llevó a cabo un proyecto de investigación, junto con alumnos, en Tanques de Guadalupe, Mazapil, donde solamente hay 150 habitantes, quienes representan muy poco votos para los políticos y por lo tanto no es redituable apoyarlos con alguna dádiva.
“Al gobierno le vale madre cómo viven en las comunidades muchos habitantes. No lo puedo decir diplomáticamente porque no se traduce en lo que yo quiero decir”, expresó el académico.
Ante esa situación, García Hernández refirió que, desde hace 14 años, en la Unidad Académica de Derecho se organiza una recolección de juguetes u otro tipo de apoyos que se lleva a esa comunidad, y aunque no se resuelve la situación en la que se encuentra, es un gesto solidario de parte de la Universidad.
Al respecto, señaló que la institución debe ser solidaria con los problemas sociales, porque “luego nos venden la idea de que la BUAZ no puede ni con sus propios problemas. Eso es falso, tenemos todo el capital intelectual y todas las áreas del conocimiento”.
También comentó que se ha buscado apoyar a personas de esa comunidad con algún problema de salud o con alguna discapacidad, además que se les entregan víveres, juguetes y medicinas.
Asimismo, “les hemos llevado ollas solares porque las mujeres cocinan con leña y eso perjudica su salud. Les hemos gestionado ollas solares para mejorar un poco esa situación”, agregó García Hernández.
La falta de agua en el semidesierto zacatecano, concluyó, ha generado el fenómeno ecomigratorio, lo que significa que la gente emigra por costumbre, por la falta de oportunidades, y ahora también por el agotamiento del agua.
Las mineras, por su parte, “se van a largar cuando se acaben el agua, cuando vean que el agua en Zacatecas se terminó. Se van a tener que ir en busca del agua. Mientras tanto, ya hay un panorama desolador por la poca agua disponible para los habitantes”.
