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viernes, 29 marzo, 2024
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Colectivas feministas exigen justicia por asesinato de la activista Isabel Cabanillas

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Por: SCARLETT LLAMAS •

■ En el Centro Histórico, realizaron un ‘performance’ y cacerolazo

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■ “Sé que mi muerte no quedará impune, que mis hermanas alzarán la voz en un solo grito de ¡justicia!, no sólo por mí, sino por todas las mujeres que hemos sido víctimas de feminicidio”

 

La tarde de ayer se dio una concentración de diversas colectivas feminista a partir de las 17 horas en el Portal de Rosales de la capital zacatecana, con motivo de generar presión ante las autoridades y exigir justicia para la activista y artista Isabel Cabanillas de la Torre, quien fue asesinada el pasado 18 de enero en Ciudad Juárez, Chihuahua.

El evento, que fuera organizado por Mara Muñoz y Vicka Loera, se dio a conocer en redes sociales, donde se hizo la invitación a las compañeras que quisieran participar en las diferentes actividades que se llevaron a cabo.

Además de la concentración, se realizó un ‘performance’ en el cruce de la avenida Hidalgo y la calle Allende, deteniendo el tráfico por 10 minutos; entre pitidos y transeúntes tomando fotos, se extendió un listón donde se presentaron obras de la difunta, cada pintura colgada por una chica cubierta de sangre falsa.

Simultáneamente al ‘performance’ se realizaba un “cacerolazo”, entendido como un grupo de personas que con cacerolas y cucharas en mano, golpean los utensilios entre con el fin de hacer ruido y generar un “grito de protesta” incluso más fuerte que sus voces.

Tras el ‘performance’ se dio un discurso en nombre de Isabel que dice “Soy Isabel Cabanillas y entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de enero, manos despiadadas me quitaron la vida y destruyeron a mi familia.

Tenía 26 años y me conocen por ser pintora y diseñadora, incluso tenía mi propia marca de ropa; también por ser feminista integrante activa del colectivo ‘Hijas de su Maquilera Madre’, donde luchaba por los derechos de la mujer y contra los feminicidios.

Además, muchas personas me identificaban por exigir mayor seguridad para aquellas mujeres que viven una situación de peligro en las calles de las entidades más peligrosas de México, como lo es Ciudad Juárez.

Pero no sólo era activista, artista, pintora, también era madre, hija, hermana, amiga; “ahora mi asesinato ha dejado un profundo vacío y un gran dolor a mi familia, amigos, colegas, grupos de lucha donde colaboraba”.

Sé que mi muerte no quedará impune, que mis hermanas alzarán la voz en un solo grito de ¡justicia!, no sólo por mí, sino por todas las mujeres que hemos sido víctimas de feminicidio”.

Tras el discurso se formó una línea frente a Portales donde los cacerolazos continuaron, junto con cantos feministas que exigen justicia, ni una muerte violenta más y que afirman que América Latina será feminista, que permaneció a pesar de la lluvia.

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