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jueves, 25 abril, 2024
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Desecha la UAZ colecciones de periódicos, revistas y publicaciones que datan del siglo 19

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ También hay ejemplares de la época posrevolucioria en México y de la historia reciente del estado

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■ Decenas de tesis se vendieron por kilogramo a una empresa recicladora de papel

■ La Jornada Zacatecas rescató ejemplares de algunos periódicos y publicaciones, pero la mayor parte del acervo está destruido luego del proceso del que fue objeto en la recicladora

 

La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) desechó colecciones completas de periódicos, revistas y publicaciones que datan del siglo 19, de la época posrevolucioria en México y de la historia reciente de la entidad, además de decenas de tesis: se vendieron por kilogramo a una empresa recicladora de papel.

La Jornada Zacatecas rescató ejemplares de algunos periódicos y publicaciones, pero la mayor parte del acervo ya se encuentra destruido luego del proceso del que fue objeto en la recicladora.

Los documentos corresponden a parte del acervo que fue recopilado, coleccionado y resguardado a lo largo de 40 años por el historiador ya fallecido Cuauhtémoc Esparza Sánchez, quien fungió como responsable del Instituto de Investigaciones Históricas de la UAZ.

Muchas de las publicaciones que fueron resguardadas por el historiador habían pertenecido al Instituto de Ciencias que, en 1968, transitó a la que hoy se conoce como Universidad Autónoma de Zacatecas.

Una de las publicaciones encontradas en la recicladora de papel fue El Correo de Ultramar, periódico editado en París entre 1842 y 1886, destinado a un público culto en Latinoamérica. Los ejemplares rescatados datan del año 1876.

Catherine Sablonniere, investigadora de la Universidad de Rennes, Francia, en su libro “El Correo de Ultramar (1842-1886) y la ciencia: entre labor educativa y propaganda política”, expone que el contenido del periódico era esencialmente informativo en cuestiones políticas y comerciales, pero sin descartar temas culturales.

Pocos ejemplares fueron rescatados

Otra publicación encontrada en la recicladora es El Ahuizote, “semanario nacionalista de combate”, que se difundió en la época cardenista. Los ejemplares encontrados están fechados en el año de 1936.

El Hijo del Ahuizote fue el antecedente de dicha publicación en los años previos a la Revolución Mexicana, a cargo de los hermanos Flores Magón. El periódico fue creado en 1885 por el caricaturista Daniel Cabrera Rivera y Manuel Pérez Bibbins.

En Archivos de otros estados, estas publicaciones se encuentran encuadernadas en legajos y protegidas en cajas térmicas de algodón. En la UAZ, durante muchos años permanecieron en cajas de cartón, en un espacio de la Preparatoria 1, y finalmente fueron vendidas a una recicladora.

Asimismo, la UAZ desechó colecciones de periódicos de la década de los 80 y 90 del siglo pasado, mismos que fueron coleccionados para dar seguimiento a las noticias e información sobre los movimientos sociales en el estado y de la universidad misma. Entre ellos están Momento, El Heraldo, El Sol de Zacatecas y La Voz de Fresnillo.

Cuauhtémoc Esparza Sánchez fundó el Instituto de Investigaciones Históricas de la UAZ en 1968. A partir de ese momento se dedicó a recopilar y adquirir bibliografía, así como documentos relacionados con la historia de la universidad y sus antecedente inmediato, el Instituto de Ciencias.

Decenas de tesis fueron vendidas por kilogramo, como desecho de papel

El historiador conformó su archivo mediante documentos obtenidos del Hospital Civil y diversos fondos, además de crear una biblioteca con libros antiguos que pertenecieron al propio Instituto de Ciencias.

En la década de los 70, Esparza Sánchez inició con la compilación de periódicos locales con el propósito de dar seguimiento a las situaciones convulsas que vivió la Universidad en ese momento, ello con respaldo de los rectores en turno e incluso de Magdaleno Varela.

“Él estaba interesado en conformar esta colección periodística por las situaciones que se vivían en la universidad en ese momento, porque además de los ejemplares que se compraban para la universidad, se enviaba un ejemplar a la Ciudad de México para informar sobre lo que pasaba aquí en relación a los movimientos estudiantiles y movimientos sociales en general”, indicó una persona cercana al historiador, quien solicitó anonimato.

El acervo reunido durante casi 40 años fue de uso interno para el Instituto de Investigaciones Históricas pero, ante los lineamientos de la Reforma Universitaria de 1999-2000, se decidió que este fuera adscrito a la Unidad Académica de Historia, lo que ocurrió en el año 2009.

También se creó el Archivo General de la UAZ, a cargo de Luis Román Gutiérrez, quien hizo una valoración de los documentos que se resguardaban y se decidió que el acervo del Instituto, referente a documentos, fotografías y planos, se almacenara en el Archivo, mientras que los libros, revistas y periódicos, fueran resguardados por la Coordinación de Bibliotecas.

Así, una parte del acervo se encuentra en el Archivo General de la UAZ, ubicado actualmente en el Campus Siglo 21, mientras que el material impreso se quedó en un espacio de la Preparatoria 1, pero sin darle ningún uso ni someterlo a rescate alguno.

Es decir, la Unidad Académica de Historia se deslindó de administrar y manejar ese acervo y se dejó en manos de la Coordinación de Bibliotecas, pero de igual forma todos los libros, publicaciones y documentos quedaron almacenados en el mismo sitio y sin ningún cuidado.

De acuerdo con la fuente informativa consultada bajo anonimato, “la naturaleza del instituto era hacer investigación y la Unidad Académica de Historia no se hizo cargo de su acervo y, por el contrario, entregó una parte al Archivo General y otra parte a la Coordinación de Bibliotecas”

Con la muerte de Cuauhtémoc Esparza Sánchez, esa parte del acervo siguió resguardándose en el mismo espacio que antes ocupó el Instituto de Investigaciones Históricas, y aunque se nombró como responsable a su hija, Margarita Esparza (jubilada recientemente), nunca se destinaron recursos para rescatar y resguardar los documentos.

Aunque sí hubo libros que fueron inventariados y registrados en la base de datos de la Coordinación de Bibliotecas, la mayoría no fueron procesados ni sellados, lo que muestra que durante mucho tiempo no hubo interés de parte de las autoridades universitarias para rescatar todo el acervo.

El Instituto de Investigaciones Históricas se ubicó en las instalaciones que actualmente ocupa la Preparatoria 1, en el Centro Histórico de la capital del estado, por lo que el acervo siempre estuvo expuesto a las condiciones del inmueble.

En los últimos años, los documentos solamente estaban almacenados en cajas, no en mobiliario especializado, y cada una de ellas solamente tenía información sobre la publicación y sus fechas.

En la actual administración rectoral, Sergio Jiménez Flores fue nombrado como coordinador de Bibliotecas de la UAZ en septiembre de 2017, quien aparentemente desatendió iniciativas para rescatar el acervo y, por el contrario, instruyó para vender por kilogramo a esos periódicos, publicaciones e incluso tesis a una recicladora de papel.

Aunque las condiciones en que el acervo estaba resguardado eran inadecuadas, puesto que el edificio de la Preparatoria 1 tiene carencias en su infraestructura, era necesario recurrir a especialistas para determinar la manera en que el acervo debía ser tratado, rescatado y preservarlo.

Pocos ejemplares fueron rescatados

Margarita Esparza, hija de Cuauhtémoc Esparza Sánchez, se jubiló en diciembre del año pasado. En consecuencia, el acervo quedó a la deriva, hasta que el 19 de febrero pasado, día en que el Sindicato de Personal Académico (Spauaz) realizó el plebiscito votar a favor o en contra de la huelga, fue trasladado a la recicladora.

Extraoficialmente se dice que la recicladora pagó 45 mil pesos por dos cargas de libros, tesis, periódicos y otras publicaciones, mismas que ya se encuentran en proceso de tratamiento.

A pesar de las inadecuadas condiciones en que se encontraban los documentos, al interior de la Preparatoria 1, La Jornada Zacatecas constató que muchos de estos se encuentran en buen estado.

De acuerdo con fuentes consultadas al interior de la UAZ, es probable que la decisión de vender esos documentos por kilogramo haya sido directamente por el coordinador de Bibliotecas, sin que funcionarios de la administración central se enteraran del hecho.

“La colección ha estado resguardada desde 1968 y solamente se avisó a algunos conocidos que estaban sacando los materiales en camionetas. La directora Mirna Garza no tuvo nada que ver en el asunto, simplemente dio el permiso de sacar el material por petición del coordinador de Bibliotecas. Personal del Stuaz fue el que hizo el trabajo de llevarlos a la recicladora, en camionetas de la Universidad”.

Sin embargo, el motivo por el cual se tomó la decisión de deshacerse del acervo y venderlo por kilogramo, se desconoce, ya que prácticamente todos los documentos estaban en buenas condiciones y aún podían rescatarse.

Si bien es cierto que parte del acervo estaba muy dañado y en malas condiciones, ese argumento no sería válido puesto que prácticamente todo el acervo tirado pudo hacerse restaurado, sobre todo en una coyuntura en la que existen los medios tecnológicos para preservar cualquier documento.

En ese sentido, si el argumento de las autoridades universitarias es que ese acervo estaba dañado, se evidenciaría que nunca se le otorgó apoyo a Cuauhtémoc Esparza Sánchez para salvaguardar los documentos.

“El profesor, en vida, estuvo buscando que se le apoyara para resguardar los materiales. Obviamente sí se estaba dañando, pero había muchas alternativas para su rescate. Estaba empacado y si se dejaba más tiempo se iba a dañar más. Era necesario reubicarlo pero no destruirlo”, afirmó la fuente consultada.

La importancia de las publicaciones destruidas, especialmente de aquellas que datan del siglo 19, radica en que era una fuente informativa muy valiosa para conocer aquella información o conocimientos que circularon en Zacatecas a finales del siglo 19 y en el transcurso del siglo 20 a través de esos los medios de comunicación.

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