La educación es el principal componente para promover el desarrollo, mejorar el bienestar y consolidar el principio de justicia social.
Pero también es el principal instrumento para combatir la desigualdad, la pobreza y el subdesarrollo. Es por otra parte, el principal antídoto en contra de la violencia, cuando se ofrece a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, educación de calidad y excelencia.
En Zacatecas su sistema educativo atiende en más de 5 mil planteles, a 477 mil alumnos de todos los niveles, que representan el 1.5 por ciento del total de alumnos del sistema educativo nacional, cuya cifra asciende a 34 millones de alumnos en el país.
Con datos oficiales al mes de septiembre, el sistema educativo de Zacatecas ocupa el lugar 28 en el ranking nacional de eficiencia y calidad escolar, según las estadísticas publicadas por la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), que considera los datos de los 32 sistemas educativos que operan en la República.
Este dato sería irrelevante si no se le analiza comparativamente con el resto del país y la evolución de los indicadores año por año. En el ciclo escolar 2021-2022, el sistema educativo ocupó la posición 26 en el ranking nacional de eficiencia y calidad. Pero un año antes estaba en el lugar 24.
Lo anterior quiere decir que en un poco más de 2 años, el sistema educativo zacatecano descendió más de 4 posiciones en el ranking de eficiencia terminal. Y esto se traduce en una tragedia y en una especie de catástrofe silenciosa de fuerte impacto negativo en el desarrollo de Zacatecas, que afecta de manera particular a las nuevas generaciones, a niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
A los escenarios trágicos que vive la sociedad zacatecana de violencia criminal, de la sequía atípica que experimenta el agro y de la falta de empleos para los jóvenes, ahora se suma una nueva tragedia: el desplome brutal de los niveles de eficiencia terminal y calidad de nuestro sistema educativo.
Las entidades del país con sistema educativos con más elevado índice de eficiencia terminal son las siguientes: Ciudad de México, con un egreso de 52 alumnos; Nuevo León, con 45; Aguascalientes, 42; Querétaro 42; y Yucatán con 40.
Los cinco con menores niveles de eficiencia y calidad educativa, son: Chiapas, con un egreso de 12 alumnos; Oaxaca, 12; Guerrero 15; Veracruz 16; y Zacatecas 19.
Tenemos que admitir y reconocer, por otra parte, que todas las entidades circunvecinas a la nuestra, tiene mejor lugar nacional en el ranking de eficiencia terminal.
Nuevo León está en la posición 2 del ranking de eficiencia y calidad educativa; Aguascalientes en el lugar 3; Coahuila, en el número 8; Nayarit, en la 16; Jalisco, en el 21; Durango en el 22; y San Luis Potosí, en el lugar 26.
El desplome de la eficiencia y calidad del sistema educativo exige con urgencia convocar a la acción, para revertir esas tendencias negativas, que de prevalecer estarían conduciendo a favorecer un entorno adverso y propiciar la incidencia de una generación perdida de zacatecanos, lo que repercutirá perniciosamente en el desarrollo de Zacatecas.
