Osiel Cárdenas, antiguo líder del cártel del Golfo, fue liberado ayer de una prisión estadunidense y puesto bajo custodia de funcionarios migratorios, informó la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Un portavoz del servicio penitenciario estadunidense dijo a Reuters que Cárdenas fue puesto en libertad y entregado bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos
a primera hora de ayer. En una fecha que no ha sido definida, será entregado a las autoridades mexicanas para que continúen los siete procesos penales que tiene pendientes en territorio nacional, así como cuatro órdenes de aprehensión, señalaron funcionarios mexicanos.
Cárdenas Guillén, apodado El Mata Amigos, fue detenido en 2003 en Tamaulipas por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la extinta Procuraduría General de la República; desde entonces se le han fincado siete procesos penales, de los cuales uno ya prescribió, indicaron autoridades entrevistadas.
El capo dejó la prisión 21 años después de ser detenido –su sentencia era de 25 años pero salió antes debido a buena conducta
– y 17 años después de haber sido extraditado a Estados Unidos, donde se declaró culpable de tráfico de droga, lavado de dinero y extorsión a agentes federales estadunidenses.
Fue también fundador de Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo e integrado por desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano y que posteriormente se convirtieron en una estructura distinta a la que encabezaba Cárdenas Guillén.
Osiel Cárdenas presidió algunos de los episodios de violencia entre bandas más sangrientos del turbulento pasado reciente del país y se le atribuye la transformación del narcotráfico mediante la adopción de tácticas hiper violentas como las decapitaciones.
Leo Silva, un ex integrante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que trabajó en México combatiendo a Los Zetas, dijo que Cárdenas era directamente responsable del repunte de la espeluznante violencia en territorio mexicano durante las dos últimas décadas.
Los Zetas fueron pioneros entre la delincuencia organizada en pasar del mero tráfico de drogas a la extorsión de ciudadanos y empresas. También sembraron el terror mediante el secuestro. Esto fue algo que Osiel creó y que generó una nueva era del crimen organizado
, dijo Silva, quien trabajó para la DEA en México de 2008 a 2015.
En 1999, el capo amenazó con matar a un agente de una oficina del sheriff que trabajaba encubierto con el ICE después de que se negara a entregar un cargamento de unos 988 kilos de mariguana. Ese mismo año, dos agentes –uno de la DEA y otro de la FBI– fueron rodeados por Cárdenas Guillén y su banda y amenazados con pistolas mientras circulaban en un vehículo oficial por Matamoros, Tamaulipas.
En su juicio, Cárdenas declaró: Pido perdón a mi país, México, a Estados Unidos, a mi esposa y, en especial, a mis hijos por todos los errores que he cometido
.
La jueza estadunidense admitió haber dudado en aceptar su acuerdo de culpabilidad.