Por decisión política del grupo que dirige al Sindicato del personal académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), inició el último proceso de emplazamiento a huelga de la administración del rector Dr. Rubén Ibarra Reyes. Enfaticemos: quienes lanzan el emplazamiento no son los docentes organizados en Asamblea General, sino la dirigencia del SPAUAZ bajo la férula del grupo neoderechista de los doctores. Antonio Guzmán y Enrique Viramontes. Su fin es generar situaciones de inestabilidad política para promover a su candidata la Dra. Jenny González Arenas. El día 10 de octubre de 2024 amanecen tomados los planteles 1 y su extensión, y 2. Como es ya su autoritaria costumbre, el grupo de Guzmán-Viramontes citó a 13 docentes el día 16 de octubre de 2024 en el plantel 2 de la Unidad Académica Preparatoria para comunicarles la decisión de parar las clases el día 21 de octubre. ¿Qué pretextos adujeron? Entre otras cosas, que no se respondió el oficio donde se solicita la asignación bilateral de plazas vacantes temporales de acuerdo a lo contratado para el semestre agosto-diciembre de 2024. Lo curioso de esta petición es que el 10 de agosto el SPAUAZ, a través de sus representantes, firmó de conformidad la conclusión de la entrega bilateral de vacantes temporales para el semestre agosto-diciembre de 2024. ¿Error de conducción? ¿no supieron dictar las peticiones los líderes? En el oficio que la “delegación sindical” del plantel 4 dirige al comité ejecutivo del SPAUAZ de fecha 22 de octubre de 2024, se considera que “es el momento de emplazar a huelga” para lo que se utiliza el típico argumento alarmista: la situación financiera de la universidad es crítica y se prevén afectaciones de derechos. ¿Predicen fecha de impago? no, ¿establecen los derechos que están en riesgo? no. ¿Creen que la dirigente del SPAUAZ va a entregar el contrato como lo entregó Crescenciano Sánchez a Antonio Guzmán? No, claro que no. Entonces sus afirmaciones son mera retórica. No solicitan reparación de supuestos derechos violados, pues para eso exigen emplazamiento. ¿Y qué aducen los acólitos de Guzmán y Viramontes en el plantel 1? Se unen al paro en “apoyo a las demandas que establecen los compañeros de la preparatoria II”. Aunque lo hacen en supuesta solidaridad, establecen sus propias demandas. Resulta sorprendente que no vindiquen la petición de la carga de trabajo para el semestre agosto-diciembre de 2024. ¿Se dieron cuenta de su error al solicitar algo ya concedido? ¿Qué exigen? Una mesa para tratar el asunto de las vacantes definitivas, la carga de trabajo para el primer semestre del 2025 y evaluaciones académicas apegadas a contrato. Esto último es una de tantas tergiversaciones de la contratación colectiva. Quien evalúa es el patrón, no el sindicato, quien pone los requisitos y los evaluadores es el patrón, no el sindicato. ¿Cuál es el papel del sindicato en esos procesos? Observar. Por ende, si se le quiere dar contenido contractual a la petición debería ser: que haya observadores sindicales en las evaluaciones. Sin embargo, esto último no se ha incumplido. Una distracción más. La conclusión del análisis es fatal: son paros inducidos para generar presión política. Esto queda de manifiesto en los resultados de la reunión del viernes 25 de octubre: se llegó a una serie de acuerdos con la dirección que se cumplieron. Y aun así hubo toma el lunes 28 y escaló a paro del campus siglo XXI el martes 29. ¿Cuál fue el pretexto? Que en la entrega de las cargas de trabajo que realizó la Dirección de Personal no se incluyó la contratación por honorarios y que la administración de la Unidad Preparatoria no asistió a un citatorio unilateral por parte del grupo neoderechista. Cabe aclarar que la exigencia de la entrega de la contratación por honorarios carece de fundamento contractual. Es algo que no compete al SPAUAZ. No importa, los paros son dogmas para este grupo. Si se hace un balance la dirección de la Unidad Académica Preparatoria cumplió con todas las exigencias, dentro de la legalidad. No hay razón jurídica para entregar los honorarios, y las evaluaciones apegadas a contrato se van a realizar, aunque no de acuerdo a los criterios excluyentes de los neoderechistas, quienes exigen que queden fuera quienes no comulguen con sus ideas (como lo expresó con claridad Vladimir Viramontes). Es decir, dentro de lo razonable y lo legal se cedió a todas las demandas. También se aduce, sin más prueba que la palabra, que existen 158 h asignadas de manera unilateral, y que las “delegaciones” lo detectaron. Esto se debe analizar bilateralmente, no tomarse como artículo de fe. ¿Y si es simple y llana mentira? ¿y si el cálculo está errado? De nuevo, a estas personas no interesa ni la verdad, ni la bilateralidad, ni la ley, buscan conflicto. Se debe notar algo muy curioso. Quienes toman las preparatorias son los mismos que van al Consejo Universitario a decir que hay un “problema político”, y son también quienes cuestiona la firma del rector. La conclusión es clara: ellos son el único problema político