La Gualdra 653 / Artes plásticas / Exposiciones
Por La Gualdra
El pasado 17 de enero se inauguraron tres exposiciones en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez: “Las metáforas del viajero”, de José de Jesús Olivares; “Cambio climático, lo vital y lo mortecino”, del Colectivo Minotauro Azul; y “Diálogos con la tierra”, de Rubén Rivera Sánchez. Las dos primeras muestras permanecerán en exhibición hasta antes del inicio de Semana Santa y la de escultura hasta mediados de año. Presentamos aquí una breve selección de imágenes para invitarlos a que las visiten.
Las metáforas del viajero, de José de Jesús Olivares
[Fragmento del texto de sala]
Por Ángel Melián García
El pintor José de Jesús Olivares (Guadalajara, 1950) experimenta un estilo de arte abstracto equilibrado y elegante, sustancialmente cargado de contenido extraído de la realidad. Su obra pictórica resulta de una incorporación apropiación del geometrismo-constructivista, el informalismo y el expresionismo abstracto, como expresión de una creatividad intuitiva dentro de su propia visión de la pintura abstracta en México.
Olivares entrega su acción a un abstraccionismo hecho de impulsos líricos, conectados con el principio de la inspiración romántica entendido como efusión del espíritu, que se mezcla con un abstraccionismo de rigor intelectual, de la geometría. Estas dos categorías tienen en común en su obra la misma raíz idealista, mística, de naturaleza emotiva. En su desarrollo como pintor entendemos que ha avanzado en busca de cualidades análogas a las expresiones de los pintores de la Generación de la Ruptura en el contexto de la abstracción lírica. Sucesión de formas dislocadas que, en el acto de exhibirse, traman un argumento reconocible: el de la aprehensión de una realidad emotiva o intelectual que Olivares rinde a sus referentes pintores, los integrantes de una peculiar comunidad de diálogo plástico que aun procediendo de diferentes direcciones estilísticas convergen en un espacio, comparten una vitalidad, una ambición y una inventiva comunes, que juntos reaccionan al nacionalismo pictórico. Lo que une a todos estos artistas en un vínculo común es la búsqueda de la abstracción lírica: expresar algo personal, subjetivo y emotivo, y hacerlo de manera poética y abstracta.

Cambio climático. Lo vital y lo mortecino
Por Rita Vega Baeza
El arte no está ajeno a una realidad que nos afecta a todos: el cambio climático. El Colectivo Minotauro Azul, en esta exposición “Cambio climático. Lo vital y lo mortecino” expresa en sus colores y en la fuerza abstracta de sus trazos como argumentos, una “Terra ardet”, un cosmos que desde el espacio exterior parece estar en llamas; también un “Deshielo” que no obstante el sublime color azul, expresa un mundo que se anega, porque la vivacidad de una “Huella de Carbono”, luce mortecina por todas partes deviniendo “Tierra Cero”, ese vacío, ese significante doliente de una atmósfera que, no obstante, en sus oscilaciones, en un parpadeo, cobija a nuestro mundo con un rebozo, con esa expresión luminosa y verde, aflora “Sanando la Herida”. En la ambivalencia en la que se expresa la humanidad, en este cosmos, se deja ver un “Bosque” espacioso, lúgubre y calcinado que se resarce con la siguiente obra vital, con la renovada “Esperanza de vida”.
Así, el colectivo de artistas cierra un círculo en el que se ensambla el arte, la devastación y el imperativo a modificar el excesivo uso de nuestro planeta tierra, en virtud de que Minotauro Azul, en esta decisión sencilla, pero esencial, se opone activamente –con sus colores como una tesis, como un arma, como un argumento irrebatible– a que la tierra sea pensada como un almacén sin fin del cual habría que sacar permanentemente todo lo a mano, porque el ser humano habría de habitar la tierra poéticamente, como lo pensaba Heidegger.
Colectivo Minotauro Azul:
Rita Vega Baeza, Cristina Burgueño, Carmen Hervás, Emerick Rodríguez, Sumi Hamano, Fernando Jiménez, Andrea Paulina Barrón Vega y Almudena Serrano Cuesta.




Diálogos con la tierra, de Rubén Rivera
[Fragmento del texto de sala]
Por José Luis González Martínez
Rubén Rivera, oriundo de la Ciudad de Fresnillo, Zacatecas es, además de un empresario exitoso, un creador artístico multifacético, y un gestor e impulsor de las artes incansable. Su faceta formal como escultor tiene sus orígenes en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Guadalajara donde fue un alumno destacado y donde pudo alternar con académicos insignes que apoyaron su proceso de formación que lo han llevado a explorar diversas técnicas y materiales como medios expresión artística. Así Rubén se ha inclinado por construir su propio lenguaje aplicando la mejor técnica para desarrollar una propuesta plástica principalmente dentro de la corriente artística del arte abstracto; en su camino a la escultura abstracta Rubén ha experimentado con la pintura de caballete, la cerámica a baja y alta temperatura. Como escultor ha realizado destacadas obras teniendo como base diversos materiales de soporte: madera, resinas, piedra, concreto, acero y bronce a la cera perdida; incluso ha trabajado miniaturas en metales preciosos logrando una gran precisión y una calidad estética apreciada por muchos.

