Nuestra UAZ es hoy una institución reconocida por su calidad académica, incluida en el Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex). Por ello podemos señalar, sin lugar a dudas, que es una universidad de 10, por el prestigio nacional e internacional. Pero, además, ha sido una institución de diez, en el número de rectores en su trayectoria con la denominación de universidad.
Continuando con la serie de artículos que escribo para conmemorar el Cincuentenario de la UAZ desde mi trinchera como cronista, en esta tercera entrega deseo destacar que en el evento del 5 de septiembre pasado también se rindió un homenaje a quienes han tenido el honor de dirigir nuestra institución. Cada uno ha tenido que sortear diferentes retos, posteriormente ahondaré en el tema, por ahora, mencionaré algunos logros:
A Magdaleno Varela Luján, quien dirigió de 1968 a 1972, fue el último rector del Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas y el primero de la Universidad Autónoma de Zacatecas, por lo que le correspondió el inicio de esa nueva etapa de nuestra alma mater y el primer foro de reflexión académica. A Jesús Manuel Díaz Casas (1972-1980), destacado humanista e impulsor de la cultura, le correspondió la etapa histórica de la transición política y democrática en 1977, tiempos difíciles para la UAZ en los que, gracias a sus dotes de mediador, supo mantener el equilibrio entre las corrientes internas beligerantes y defender la autonomía. Jorge Eduardo Hiriart Estrada (1980-1984) representa el fortalecimiento y continuidad de los objetivos y logros alcanzados por los universitarios. Se promueve la creación de las carreras humanísticas: Historia, Letras y Humanidades. Francisco Flores Sandoval (1984-1992), posterior a la etapa de afianzamiento de la institución, le tocó una época de despegue académico con un crecimiento de ocho licenciaturas y quince posgrados, además del ingreso del personal académico al ISSSTE. En la administración de Virgilio Rivera Delgadillo (1992-2000) se inició la extensión de la universidad hacia los municipios, principalmente con las preparatorias, además, se vivió el Foro de Reforma de 1999 a 2000, en el que se establece el cambio de nominación de escuelas y facultades a unidades académicas. A Rogelio Cárdenas Hernández (2000-2004), con toda una trayectoria universitaria como docente y administrativo, le competió como rector ser el punto de partida de la última transformación de la UAZ con el proyecto del Plan Académico UAZ Siglo XXI.
Con Alfredo Femat Bañuelos (2004-2008), a quien correspondió el inicio del proyecto académico con la inauguración del Campus UAZ siglo XXI, se originó también el proyecto de fomento a la identidad institucional con la oficialización e implementación del escudo, himno, lema y bandera de la UAZ. Posteriormente correspondió la administración de Francisco Javier Domínguez Garay (2008-2012), es el único rector, hasta ahora, cuyo origen no es zacatecano. A Armando Silva Cháirez (2012-2016) pertenece la última etapa de rectorado concluido.
Antonio Guzmán Fernández, elegido para el periodo de 2016 a 2020, es el rector de la esperanza en el restablecimiento de la estabilidad administrativa, así como la continuidad y el fortalecimiento de las actividades académicas, de investigación, extensión y divulgación. Al referirse al trabajo de sus antecesores, y promoviendo el valor del reconocimiento para los exrectores, en su participación durante el evento conmemorativo del Cincuentenario, recalcó que fueron “quienes lucharon de una manera generosa por hacer de esta, una gran universidad, que fueron sentando las bases para adecuar a la institución a los tiempos y demandas del entorno, que fueron capaces de visualizar que la universidad es un reflejo de la sociedad a la cual guía y orienta”.
Posteriormente se desveló la placa conmemorativa y a manera de homenaje y reconocimiento, a todos los exrectores se les otorgó un galardón que simboliza a la diosa Atenea; Verónica Ramírez de la Torre, maestra de ceremonias, se refirió a ella como “la diosa de las justas batallas, la diosa de la sabiduría, la estrategia, de la ciencia, de la justicia, de la civilización y de la patria”. La escultura, obra de Javier Díaz Riva Palacio, es una estilización del tocado que adorna el yelmo de la diosa Atenea, representa de manera escultórica los más altos valores de la deidad y analógicamente encarna los valores que enaltecen el trabajo diario de nuestra alma mater en su batalla por impartir conocimiento, justicia, igualdad y desarrollo social. Finalmente, posaron para la foto oficial en la escalinata del mural de Ismael Guardado.
Continuaré con la crónica de la conmemoración del cincuentenario.
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto.
*Cronista de la UAZ
[email protected]
cró[email protected]
