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sábado, 20 abril, 2024
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Manuel Felguérez está ya en su museo

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Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN •

Editorial Gualdreño 533

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El maestro Manuel Felguérez Barra finalmente descansa en el museo que lleva su nombre. A unos días de que se cumplieran los primeros dos años de su fallecimiento a causa del Covid-19, y tras un primer intento porque sus cenizas llegaran a Zacatecas, el pasado sábado 25 de junio se realizó una ceremonia encabezada por quien fuera su compañera de vida durante varias décadas, la Sra. Meche Oteyza, quien estuvo acompañada por algunos integrantes de su familia -entre ellos su hija-, de autoridades gubernamentales y de amigos cercanos de ella y el maestro. 

Primero se celebró un acto de bendición en Catedral; luego, en el museo, una sobria lápida de mármol selló el espacio en el que la urna fue depositada, en el lugar en el que El retablo de los mártires nos recibe desde hace años y en donde desde el 8 de junio se exhibe parte de Legado, la exposición que incluye las últimas obras que realizó este querido artista zacatecano antes de morir y que, de acuerdo con su última voluntad, serán parte de la colección de este espacio inaugurado el 4 de septiembre de 1998.

Fue una ceremonia sencilla, imagino que como él la hubiera deseado, con poca gente -la indispensable, la más cercana- para despedirlo; y fue, además de discreta, muy emotiva. Cuando la urna llegó a su museo, una valla de niños boy scout custodiaba la entrada y guiaba a los asistentes hasta la que fuera la capilla del edificio que originalmente albergaría el Seminario Conciliar y Tridentino de la Purísima en el siglo XIX; ahí, otros seis integrantes de Provincia Scout Zacatecas lo recibieron, impecablemente vestidos, saludando respetuosamente con los tres dedos de su mano derecha, y que representan para esta organización a Dios, la patria y la familia. 

Quizá esta primera guardia de honor realizada por ellos fue la que más emoción generó, por la solemnidad con el que los restos mortales del maestro Felguérez fueron recibidos; recordemos que el artista originario de Valparaíso, Zacatecas, tras vivir sus primeros años en la Hacienda de San Agustín del Vergel, partió con su familia a la Ciudad de México; fue ahí en donde sería scout de los 8 a los 23 años. Los maestros de la Orquesta Comunitaria de Cuerdas de Zacatecas (integrada por Fabián Rivas, Salvador Hernández, Sergio Correa, Andrea Sullivan y Quetzel Rosales) interpretaron Cerca de ti, de Lowell Mason; y Aria de la suite para cuerdas No. 3, de J. S. Bach.

Antes de que las cenizas fueran depositadas en el que será su lugar permanente, fueron realizadas otras guardias más: la integrada por su esposa Meche, su hija y su nieto, y Alfonso López Monreal; la siguiente fue conformada por David Monreal Ávila, Sara Hernández de Monreal, Lucina Jiménez López, María de Jesús Muñoz Reyes, Jorge Miranda Castro, y José Luis González Martínez, siempre acompañados de Meche, quien siempre solía estar con Manuel. 

Seguro recordará, estimado lector, que cuando Manuel Felguérez venía a Zacatecas -lo hacía frecuentemente- siempre estaba acompañado de Meche. No había un solo acto, por más sencillo que fuera, en el que él no la hiciera partícipe. Eran, los dos, un gran equipo; y parafraseando a Benedetti, en la calle, codo a codo fueron mucho más que dos. Después de las guardias, Alfonso López Monreal le dedicó unas palabras a su amigo, a su colega, pidiendo al final a las autoridades dieran continuidad al trabajo realizado por el maestro; después de él, participaron la directora del INBAL, Lucina Jiménez y el gobernador del Estado, David Monreal.

El evento protocolario fue breve, puntual. Después, la urna con las cenizas fue depositada con la ayuda de los trabajadores del museo mientras la Orquesta interpretaba el Pequeño adagio para cuerdas, de Javier González. La lápida. Un silencio denso. El cristal. Meche observando todo y Manuel, seguro, observando todo también. Se ha dicho que el maestro regresó a casa, yo pienso más bien que nunca terminó por irse y que su presencia seguirá aquí para recordarnos, como él mismo lo dijo en aquella entrevista realizada en 2018, que, ante las adversidades, ante la vida misma, los zacatecanos tenemos algo que nos hace fuertes y que nos dicta el camino a seguir: “Ahí está en nuestro escudo: el trabajo todo lo vence”.

Jánea Estrada Lazarín

[email protected]

https://issuu.com/lajornadazacatecas…/docs/533-1-1_merged

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