Durante la Feria del Empleo celebrada ayer, el gobernador David Monreal Ávila arremetió desde el templete contra la suspensión judicial del viaducto elevado, obra que calificó como una de las más importantes en décadas y trascendental para transformar la movilidad en Zacatecas.
El segundo piso generaría “cuando menos mil 500 empleos directos” y su detención −señaló− obedeció a la decisión de un juez “con maldad, perversidad o intereses más personales”.
Defendió la obra como una apuesta de planeación urbana con visión de futuro y aseguró que “tarde o temprano se va a hacer”. Cuestionó que partidos como el PAN y Movimiento Ciudadano hayan “hecho político” un proyecto de carácter económico y social, y llamó a separar el debate político del bienestar colectivo: “El desarrollo de Zacatecas, la oportunidad de empleo, el bienestar de las familias, ese no debiera politizarse”.
Enseguida, el mandatario abordó el caso de la presa Milpillas, a la que describió como un cosechador de agua que aprovecha “la bondad de Dios que es la lluvia”.
Advirtió que también hay quienes podrían intentar impedir ese proyecto “con la misma maldad o perversidad”, pese a que beneficiaría a más de un millón de personas en municipios como Fresnillo, Guadalupe, Calera, Morelos, Zacatecas, Sombrerete y Jiménez del Teul durante los próximos 40 o 50 años.
La inversión estimada para Milpillas está en el orden de 8 mil 900 millones de pesos, con una proyección de más de 5 mil empleos, recordó.
Más tarde, ante la prensa, Monreal Ávila adelantó que pronto se darán a conocer “otras cuatro obras importantes” y no descartó que algunas pudieran serían asignadas a la empresa Hycsa, responsable del viaducto elevado.