Para Jonás
… tan plena como la pirueta de un trapecista
que vuela en el aire.
Almudena Grandes
Esa noche, La Condesa con el rímel corrido hasta los cachetes como una lágrima negra y su vestido de noche color salmón, oloroso a brandy y perfume barato, abrió la ventana en pleno chaparrón. Y en medio de la lluvia y relámpagos… se echó a volar.