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Por: ALBERTO VÉLEZ RODRÍGUEZ • ROLANDO ALVARADO FLORES •

El viernes 16 de mayo de 2025 el entonces rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Dr. Rubén Ibarra Reyes, dejó el Cerereso donde se encontraba recluido desde el viernes 9 de mayo de 2025. No mucho después una diputada del Partido del Trabajo se pronunció en contra de la resolución judicial (“Rector de la UAZ abandona el Cerereso. Colectivas feministas se manifiestan” El Sol de Zacatecas, 16/05/2025). No fue la única ocasión, pues desde la tribuna de la LXV Legislatura crítico a quienes se pronunciaron en defensa de Ibarra Reyes. No aclaró quienes, ni cómo, ni cuándo, incurrieron en esa defensa. Para el sábado 17 de mayo el Campus UAZSigloXXI amanece “tomado” por un grupo de estudiantes. Exigen la destitución de Rubén Ibarra Reyes y la rescisión de su contrato con la UAZ. También solicitan que el Sistema Nacional de Investigadores lo expulse y que renuncie Perla Trejo, entre otros puntos (“Toman alumnos instalaciones universitarias” NTR, 20/02/2025). La semana del 19 al 23 de mayo del 2025 se mantuvo parada la universidad por un autodenominado “movimiento estudiantil” que se dice “autoconvocado y apartidista”. Quizá con algunos consejeros docentes pertenecientes a los grupos derrotados en la contienda electoral, que ven en esas exigencias la manera de negociar con las autoridades. ¿Podrán hacerlo si de verdad los estudiantes no obedecen a más nada que su “justa rabia”? Por lo pronto, al finalizar la mesa de negociaciones convocada a las 12 hrs del lunes 26 de mayo, los docentes de marras les pagaron una comida. De acuerdo a lo que se vio a través de los medios digitales, durante el transcurso de la mañana las autoridades universitarias concedieron la mayoría de los puntos contenidos en el pliego petitorio. Durante la tarde, cuando las autoridades arribaron al lugar de las negociaciones, solicitaron a los paristas que levantaran el movimiento y firmasen el documento de acuerdos. Una vez con las firmas, se procedería a girar las instrucciones para que corra la rescisión del Dr. Rubén Ibarra Reyes. Por supuesto, los líderes estudiantiles no aceptaron, se dijeron “condicionados”. Quizá ignoran que en una negociación ambas partes se condicionan, pues la una tiene algo que la otra quiere, y a la inversa, y se exigen garantías de que, en cualquier caso, se cumplirá lo acordado. Esas garantías son las condiciones que una parte le impone a la otra. En este caso, los estudiantes exigen que se rescinda el contrato del ex rector, y la rectoría solicita que se liberen las instalaciones. La falta de confianza o la ausencia de pericia llevó a un desencuentro. Se retiraron las autoridades y los estudiantes dijeron que convocarían a una asamblea. Hay un fonde del asunto, en el que se entremezclan las justas emociones con las pérfidas aspiraciones. Por un lado, es correcta la exigencia de los estudiantes, aunque de corta visión, y por otro es innegable que los derrotados en el proceso electoral buscan reposicionarse pues no pudieron llevar a cabo un conflicto postelectoral. El Dr. José Luis Pinedo Vega, miembro del Centro Regional de Estudios Nucleares, unidad afín a la secretaria general del SPAUAZ, Dra. Jenny González Arenas, publicó una interesante reflexión en redes sociales donde deja en claro lo que el “Grupo Plural-Universidad” esperaba con la detención de Ibarra Reyes. Según este académico, debió determinarse el resultado electoral a favor de la Dra. Jenny González Arenas. ¿Por qué creer en esa determinación tan directa? ¿Acaso no sólo sabían del proceso contra el ex rector sino que podrían haber influido en éste? Es una hipótesis. De ser cierta, lo que vive la UAZ son las convulsiones post electorales por otros medios, una “crisis” resultado de cálculos erróneos. ¿En qué consiste esa crisis? El golpe contra el ex rector fue después de la notificación de la judicialización de la denuncia contra la dirigente sindical por “administración fraudulenta”. Esto enturbió la posibilidad de derrotar Ángel Román en las urnas, pues la otra candidata también quedó cubierta de oprobio. No es aceptable un abusador sexual en la rectoría ¿lo es un defraudador? Además de la denuncia penal contra la líder sindical, hay otra de carácter laboral pues, al haberse lanzado a un cargo público de manera automática dejó de ser la secretaria general, y se exige que se aplique la ley. Si el Grupo Plural Universidad pierde la secretaria general del SPAUAZ lo pierde todo y se enfrentaría a su posible extinción o a una reducción catastrófica de sus adeptos, lo que le impediría utilizar los recursos sindicales para la elección de 2029. ¿Está este grupo “montado” sobre causas legítimas para obtener privilegios y mantener el sindicato? Resulta un tanto fuera de tono aducir argumentos políticos en medio de la indignación general por los crímenes cometidos. Pero las explicaciones no se extienden para satisfacer demandas morales, sino la búsqueda de la verdad, y es el caso que la universidad está bajo la égida de la lógica de los grupos políticos, y lo que se presenció en está elección rectoral fue la batalla, hasta las últimas consecuencias, por el control del presupuesto universitario. Este tipo de peleas se libran en los tribunales, es decir, desde el Estado mismo.

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