Vorágine, forma social de existir en México: remolino, aglomeración, mezcla. ¿Descriptores comunes para ayudar a entender lo que nos pasa y sucede en nuestra República; un tanto menos en nuestro estado, Zacatecas? Algo lejos, bastante, de la Suave Patria, título descripción de los sentimientos de Ramón. Patria que pasó: “Del relámpago verde de los loros”, al “relámpago verde de los dólares”, en la Avenida Juárez, de Efraín Huerta. Cómo es, cómo se siente ser hoy la patria, surcada por Ayotzinapa, Tamaulipas y tanta zona del país que, sin duda, lejos están de ser la Suave Patria. Con la rudeza añadida por las presentes elecciones, en las que los candidatos de uno u otro bando o partido político, no parece que puedan ni les interese convocar a algo distinto que no sean sólo palabras y remembranzas de lugares comunes con los que hasta la oposición pretende, según los respectivos spots y el partido, desbancar a un PRI, montado en el caballo deforme de la política y la hacienda pública, no un Rocinante que jamelgo y todo, brillaba con los sueños de su amo, hasta cuando embestía molinos de viento. Hoy, jamelgo se es y en el surco trazado se va, sin más atractivo que, una vez más, ondear los colores patrios como divisa. Aunque, con todo, bien se sepa que despensa no mata autoritarismo; pero sí, un poco, poquito, el hambre, según su confección. Despensa que a veces ni para una semana alcanza, gracias a los expertos controladores del voto – votante, en el sentido de lo que significa correr el riesgo de que una buena despensa, sí quitara el hambre, siquiera un mes. ¿Cómo triunfar, sin hambre?
Especulaciones como ésa, sin más sustento que la tradición imaginaria especular, aunque menos “especular” y espectacular que la del destacado ministro Videgaray, privatizador y “derrochador” de recursos públicos, ¿y del decidir presidencial? ¿Dónde le place se haga la obra pública o no? En fin, el agandalle neoliberal continuará a lo largo del año, a pesar del fuerte factor electoral, que no es, ni tan cerrero como se quisiera para poder, si no tirar de la silla, sí remover al actual Preciso, a quien vale gorro, si se le hace bolas el engrudo nacional, mientras no le quiten los reflectores, ni el teleprompter, para mayor lucimiento de sus presentaciones en los estudios televisivos a montar en cualquier lugar donde se requiera alimentar el consumo diario de los mexicanos de la imagen presidencial, dieta que tiene sus razones: no engorda, excepto las carteras de las televisoras, aunque tampoco deja de saldo un intelecto brillante, sino uno propio para confirmar la línea política ostensible: ¡Vamos por más, de lo mismo!
En estas elucubraciones se abre paso una intrusión, un arrancamiento. Después de enconada lucha, la muerte priva de la vida a la maestra Araceli Rudecino Villa, quien nunca se rindió al enfrentarla y como una estudiante dijo al despedirla en Prepa Dos: Araceli no ha muerto, vive en nosotros, sus alumnas y alumnos; y en sus colegas docentes o funcionarios, agrego. Con calidad humana y académica fue percibida su trayectoria. En su foto, la naturalidad y serenidad de su gesto, la mostraban viva, apacible, pensativa. Participó en la huelga y al término de sus guardias y la huelga, un problema de salud le impidió integrarse a su trabajo, pero estuvo bajo el abrigo y la protección de su familia, donde hicieron todo lo posible por aliviarla y retenerla. Por fin, antier, noche de domingo, partió y ayer lunes la despidió la comunidad UAZ, en su espacio académico: PREPA DOS. Hasta pronto, Aracely.
Para pensar y actuar: “El nivel de paz en Zacatecas se ha deteriorado desde 2003 hasta el año 2014 en 21 por ciento debido al incremento de la violencia en el territorio estatal, mientras que el empeoramiento en el panorama nacional ha sido en este mismo periodo de 18 por ciento. Esta cifra la arroja el estudio elaborado por el Institute for Economics and Peace (IEP), organización definida en su página de Internet como independiente, no partidista y sin ánimo de lucro, dedicada a la investigación de los factores económicos y sociales que inciden en el clima de paz que se vive a nivel global.” (La Jornada, Zacatecas).
Al cierre: Más de 90 por ciento de los zacatecanos inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) son docentes de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), según datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Además, la Máxima Casa de Estudios de la entidad concentra la mayoría de los 17 posgrados que la entidad tiene incluidos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). … La UAZ, por tanto, es pieza clave en el desarrollo científico, tecnológico y de innovación de Zacatecas. ¡Enhorabuena! ■