En el marco de programa académico del Festival Cultural Zacatecas 2024, Carmen Fernández Galán, docente de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), presentó la conferencia Egipcio en Zacatecas: las maravillas del mundo barroco, en la que relató los elementos artísticos de ese país presentes en obras de la ciudad.
“Todo comienza en el reinado de Felipe V. Muere su esposa en 1714 y por su depresión cedió el trono a su hijo Luis I. Para eso es importante señalar que en este momento se daba el cambio de la dinastía de los Habsburgo a los Borbones”, expuso.
Así, con el inicio del reinado, comentó que la Nueva España construyó un obelisco a finales del siglo 18 en la ciudad de Puebla, y de esa manera fue interesante “cómo este monarca juntó la toma del poder de un reino ausente y distante con aparatos simbólicos majestuosos”.
Detalló que, a fin de honrar a la monarquía, en México se construyeron diversas obras y por tal motivo hay una iconografía muy amplia, mismas que tienen que ver con estatuas y elementos que se colocaron al interior de las iglesias.
Fernández Galán relató que también en otros virreinatos se realizaron exequias a Luis I y en el caso de la ciudad de México hay un texto dedicado a su figura en el que se incluye un epitafio griego.
Posteriormente, expuso que surgieron los obeliscos con distintos epigramas y fórmulas poéticas para honrar al monarca, tales como la llamada Estatua de la Paz, cuyo registro se encuentra en el Archivo Histórico de Zacatecas.
Al respecto, dijo que en Zacatecas hay documentación relacionada con el permiso para construir ese monumento y se incluye texto latino en el que se expresa que los egipcios dejaron su sabiduría escrita en piedras.
En ese sentido, expuso que hay un mapa de América en donde aparece la región zacatecana representada como una región que fue ingobernable debido a que se disputó ampliamente durante el periodo de la Colonia.
Fernández Galán detalló que en el archivo hay documentos en donde se otorga el permiso para que el Obelisco se quede en la plaza y que no contraviene ninguna doctrina, tema que fue abordado por el propio Elías Amador.
