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El domingo anterior murió Raquel Tibol, una intelectual de origen argentino nacida en 1923, que hizo de nuestro país su segunda patria al naturalizarse mexicana en 1961. Realizó sus estudios en la universidad de aquel país. Cuando conoció a Diego Rivera viajó con él en calidad de secretaria, por algunos lugares de Sudamérica hasta llegar a México. Se desempeñó como periodista, escritora y crítica de la historia y del arte. Algunos de sus trabajos los menciono a continuación por considerarlos importantes, en una época como la actual en que la mujer, no obstante que vive ya en pleno siglo 21, aún no ha conquistado espacios en el campo de la cultura, ni en el mundo intelectual como Raquel Tibol.
Humberto Musacchio, en su Gran Diccionario Enciclopédico de México Visual (Programa Educativo Visual) nos da a conocer algunas facetas de esta mujer:
Siendo periodista, trabajó en un suplemento llamado La Cultura del periódico Novedades. También, en Diorama de la Cultura del periódico Excélsior. En este medio, publicó hasta el año de 1976 la columna “Arte Público”
Fue una mujer que también tuvo una presencia dentro de algunas revistas como Proceso de la cual fue cofundadora y crítica del arte. Además, ocupó el cargo de secretaria de redacción de la revista Política (1962-1967).
A pesar de que no existían aún los adelantos tecnológicos, entre 1971-1981, también participó en televisión, fue conductora del programa La crítica y la plática del canal 11. En el mismo canal, fue conductora del programa Aproximaciones. En la radio también condujo el programa Museos en el Aire, en radio universidad.
También, muchas de sus obras periodísticas quedaron en los diarios: El Día; El Nacional; Hoy; Mañana; Oposición; Revista de Bellas Artes; Sucesos; Historia y Sociedad; La Semana de Bellas Artes y Revista de la Universidad.
De su trabajo museográfico, destacan: La exposición con la obra de Leopoldo Méndez que se presentó en el Palacio de Bellas Artes (1970). La muestra Cinco por cien en la Fundación Cultural del Banco Nacional de México; la exposición El color en el grabado, en el Museo del Arte Moderno; el homenaje a Emiliano Zapata, en el centenario de su nacimiento que se presentó en el Palacio de Bellas Artes; la muestra de Ignacio Asúnsolo, que se expuso en el Museo Nacional del Arte, y la Organización de la Capilla Alfonsina.
Como artista, fue asesora del Ballet Nacional de México y del Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo.
Más de 40 libros de su autoría o coautoría: Enciclopedia Peintres Contemporains; Artes visuales e identidad en América Latina; Historia del Arte Mexicano; La Madera en México; Diego Rivera hoy; Arte popular mexicano. Autora del volumen de cuentos: Comenzar es la esperanza; Veinte introductor de realidades; Época moderna y contemporánea (Tercer tomo de la Historia general del arte mexicano; David Alfaro Siqueiros (1965); David Alfaro Siqueiros (1969); Pedro Cervantes (1974); Orozco, Rivera, Siqueiros, Tamayo (1974); Siqueiros, vida y obra (1974); Fernando González Gortázar: espacio-urbe-comunidad (1977; Frida Kahlo (1980); José Chávez Morado: imágenes de identidad mexicana (1980); Hermenegildo Bustos: pintor del pueblo (1981); Pasos en la danza mexicana (1982); Frida Kahlo, una vida abierta (1983); Luis Nishizawa: realismo, expreccionismo, abstracción (1984); José Clemente Orozco (1984); Orozco, artista gráfico (1984); Feliciano Peña: de la honradez y el arraigo profesional (1985); Guía de los murales de Diego Rivera en Chapingo (1986); Epílogo a las memorias de Angelina Beloff (1986); Diego Rivera Ilustrador (1986); Gráficas y neográficas de México (1987).
Prólogos a Puebla de los Ángeles hecha por los hombres de Adalberto Luyando (1978); A Siete portafolios mexicanos editado por la UNAM (1980); Contra la amnesia de Arnold Belkin (1986).
Igualmente, preparó y prologó las antologías: Julio Antonio Mella en el Machete (1968); Documentación sobre el arte mexicano (1974); Textos de David Alfaro Siqueiros (1974) y Diego Rivera: Arte y Política (1974).
Raquel Tibol desarrolló a plenitud su trabajo intelectual sobre todo durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Aún más en años recientes escribía su columna semanal en la revista Proceso, lo cual reflejó siempre el espíritu que la caracterizó en el mundo de la cultura.
Luego de enumerar brevemente algo de su vida intelectual de la escritora, aprecié una situación que en México pasa inadvertida:
Hace pocos días, en esta misma semana se cumplieron 100 años del natalicio del Ingeniero Javier Barros Sierra. Este personaje también de amplia trayectoria fue Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando esa Máxima Casa de Estudios atravesaba por una severa crisis que pueden traducirse en dos problemas fundamentales: 1.- el incremento de la matrícula estudiantil y 2.- la agresión gubernamental, ante la cual el ingeniero defendió ante todo y sobre todo la autonomía universitaria que devino en la masacre del 2 de octubre de 1968.
Observe usted, los dos acontecimientos no tuvieron el mismo impacto. Tanto la escritora Raquel Tibol, como el ingeniero Javier Barros Sierra, fueron personajes de suma importancia en la historia reciente de México. Ambos, dejaron un gran legado intelectual y cultural, por su amplia trayectoria. Pero… ella mujer y el hombre… ¿Por qué? ■