Un grupo de vecinos de las colonias Las Américas y Valle del Conde en el municipio de Guadalupe reportó que están inconformes con el ayuntamiento de Guadalupe, ya que tienen años presentando quejas y denuncias sobre una serie de establecimientos comerciales en el área, uno de ellos ni siquiera tiene un permiso para operar, mientras que los otros no cumplen con los requisitos para tener permiso para trabajar y no los ha tomado en cuenta e incluso han hecho menos sus quejas.
Sandra Flores, una de las vecinas afectadas, comentó que los establecimientos en cuestión son el salón de fiestas Oasis, que está en la Avenida Las Américas y que opera a horas más allá de su horario establecido, que se supone termina a las 21 horas y que además no cumple con los requisitos para tener un permiso de operación.
El restaurante Chewiche, que además de tener mesas a la mitad de la calle en la misma avenida, también tiene música en vivo los fines de semana y esta puede durar por largos periodos de tiempo; el salón de fiestas El Barquito que también pone música por largos periodo de tiempo los fines de semana y que no ha atendido a las quejas que se interponen en su contra desde hace años; y un predio bardeado que ni siquiera tiene permiso de operación como salón de fiestas y en el que se efectúan eventos casi todos los fines de semana, con música fuerte e incluso tamborazo y fuegos artificiales.
Los vecinos ya interpusieron una queja ante al ayuntamiento a principios de noviembre, pero esta no es la primera vez que se busca el apoyo de las autoridades, pero no se les ha hecho caso ante esta situación que les impide estar en sus casas con tranquilidad, porque Sandra también comentó que el ruido afecta a por lo menos cuatro calles alrededor de los establecimientos y que a veces es incluso simultáneo con varios salones.
Ellos quieren volver a tener paz en su vecindario, porque muchas veces no pueden ni siquiera trabajar, pero las autoridades incluso han hecho menos su denuncia, diciendo que deberían quejarse de algo verdaderamente grave, pero ellos también argumentan que no puede ser posible que no se revisen los permisos de operación de los salones de fiestas y que no se le llame la atención a quienes operan sin siquiera tener uno.
