Los medios de comunicación masivos, comuicadores, periodistas medios independientes y todas aquellas profesiones y empresas independientes dedicadas al oficio del periodismo, son indispensables para la construcción de democracias sólidas, su influencia directa en la opinión pública tiene dos resultados, o fortalece el ejercicio ciudadano formando a sujetos informados y conscientes de que su participación en la vida pública afecta o beneficia a todos, o forma seguidores ciegos e incapaces de cuestionar al poder, a sus representantes y mucho menos incapaces de exigir la rendicion de cuentas.
De esta forma los medios de comunicación y comunicadores son necesarios para la reconstrucción de nuestra nación, pues durante años la relación de medios – política ha sido de sumisión, control y de servirse mutuamente según los intereses de cada uno. Un claro ejemplo es el de Peña Nieto, quien siendo gobernador del Estado de México se vio beneficiado con la maquinaria mediática para posicionarlo como presidenciable.
Los grandes medios de comunicación echaron a andar la maquinaria y lograron imponer en la conciencia colectiva a Peña Nieto como la mejor opción, como la promesa de un nuevo PRI convirtiéndolo en una estrella de cine, a tal grado de que en muchos Estados del país, durante su gira electoral, pudimos ser testigos de insignias que lanzaban las mujeres en torno a la imagen y belleza del ex presidente, logrando entonces dejar de lado la existencia o no de algún proyecto de gobierno.
El costo para Peña Nieto fue el destino de miles de millones de pesos ya como Presidente de la República, para el pago del favor disfrazado de convenios de publicidad para los medios de comunicación, comunicadores, periodistas, escritores, youtubers, entre otros, muchos de ellos amasaron grandes fortunas en tan solo dos sexenios.
La relación de políticos y grandes medios ha sido pues, de beneficio mutuo, dejando de lado el derecho fundamental que tenemos los mexicanos a informarnos y de tener acceso a la verdad, sea cual sea, hemos sido víctimas de los acuerdos y negocios que han hecho los grandes medios y nuestra clase política a tal grado de que hoy vivimos una polarización constante ocasionada por un choque de intereses.
Por una parte, los grande medios y comunicadores que cobraban cientos de millones de forma anual, diariamente publican y emiten posicionamientos políticos en contra de gobiernos, políticos, administraciones y en otros casos contra sus familiares, dejando de lado lo esencial: la publicación de investigaciones periodísitcas que ofrezcan a los ciudadanos la posibilidad de conocer la verdad detrás del poder político, detrás del ejercicio del recurso público y detrás de cualquier proyecto de gobierno.
Estos medios de comunicación y profesionistas del medio, dedican tiempo y quizás han sido financiados con millones de pesos para atacar políticamente a opositores y gobiernos, durante décadas este ha sido el sistema mediante el que operan y hoy se enfrentan a un Presidente que opta por enfrentarlos, por responder con posturas políticas a las que estos emiten, expone sus ingresos, sus ganancias y exige que hagan público de dónde provienen los millones con los que son financiados, resulta que unos cuantos creen que un actor político no debe tener la posiblidad de cuestionar a quienes buscan exponerlo sin argumentos reales, sin información que lo vincule con algún acto real de corrupción, sino que utilizan únicamente supuestos que no demuestran nada.
Los medios de comunciación desde hace décadas han utilizado la información y la verdad como un jugoso negocio con el que chantajean a políticos a cambio de convenios públicos a cambio de callar la corrupción, no criticarlo (golpearlo) o apoyarlo mediante columnas de opinión, publicaciones, etc, dejando de lado a los ciudadanos y el derecho de estos de tener acceso a la información y a la verdad.
Estos medios, comunicadores, periodistas, etc, deben ser sometidos al escrutinio público al igual que un gobernante, representante popular o político, puesto que su impacto en la sociedad y en la vida democrática del páis resulta de gran importancia, para la formación de opinión pública y por ende para el fortalecimiento de ciudadanos que se involucran en la toma de decisiones de forma consciente y organizada, cualquier medio, periodista, columnista, comunicador, etc, debe ser evaluado por la ciudadanía, puesto que los ciudadanos tenemos derechos a concer los intereses a los que sirve. La transformación del país también debe incluir un cambio en los medios de comunciación, estos deben, en su totalidad, pugnar por la verdad como un acto de justicia social, no solo como un negocio enriquecedor.