La primera es que continúa con mucha claridad y entusiasmo y veracidad el máximo historiador zacatecano de todos los tiempos el buen José Enciso Contreras escribiendo, investigando y divulgando la historia sagrada de Zacatecas y con un estilo único en el país y con certeros datos que rebasan generaciones y aportan categoría, orgullo y atención por lo serio de sus constantes publicaciones masivas. El “jefe” es siempre digno del aplauso y la felicitación calurosa donde quiera que se encuentre.
La segunda es que no cesan las noticias de la gran historia de Zacatecas en el contexto nacional y galáctico pues es famoso en las redes sociales el doctor Ramon Trancoso que desde 1989 viaja con los llamados extraterrestes a portales tridimensionales, teniendo contacto con seres de otros planetas y siendo visitado por ufólogos y expertos en la materia, lo que hace aun mas singular al terruño.
La tercera es que no es el único pues existe otro zacatecano aun mas interesante y famoso contactado que asiste a congresos mundiales de ufología, se trata de Héctor Palacios y que al tener un gran historial dentro de los viajes fuera del planeta y directamente a Venus en donde “las piedras se partian de tanto calor” es visitado en sus portales cósmicos cientos de miles de veces que parece fantasía pero es la pura verdad.
La cuarta es que Plateros es una de las entidades preferidas de los peregrinos de todo el país para pedir milagros y agradecerle al Santo Niño de Plateros de favores recibidos en donde se han sucedido toda clase de acontecimientos que suenan inverosímiles pero que están arraigados en la fe de la población y en su culto católico muy respetable y difundido.
La quinta es que la Biblioteca Roberto Cabral del Hoyo –poeta sonetista considerado como uno de los mejores de todos los tiempos- tiene acervos increíbles de libros y documentos que relatan de la magnífica historia de los incendios, revueltas y desmadres de su población y en donde en pleno centro de la capital es la guarida preferida de muchos y muchas que atestiguan el enorme caudal milenario de la memoria de los ilustres zacatecanos vencedores de sus miedos y miserias. ■
