Con la decisión de Luis Medina Lizalde, El Oso, de buscar la candidatura de morena al senado de la república se sintió en el ambiente político de izquierda de Zacatecas una corriente de aire fresco. Como un chicle de menta que irrumpe en una boca saturada de halitosis. Lo hizo sin premuras, se tomó su tiempo, sin hacer panchos. Otros ya tenían tiempo haciéndolos; gastando una buena lana ―en algunos casos ajena, según añeja costumbre― en promoverse a ellos mismos o a sus respetables familias, mediante costosos espectaculares, ya fuera para buscar una candidatura ex novo, o para el triste deporte de la reelección. Para decirlo en pocas palabras: antes de que Luis Medina alzara la mano ―como desperezándose, como no queriendo― ya se habían pintado muchas bardas y repartido mucho pero que mucho chayote en el viejo estilacho neoliberal, señoras y señores.
No podía ser de otra manera, la postulación por el partido guinda es la liebre que realmente hay que perseguir compañeros. La marca amlo es la que vende en el proceso electoral y quien logre la postulación oficial, en automático alcanzará la curul. Así ha sucedido en los procesos recientes, como lo fue con la gubernatura de Zacatecas. Esta es la contienda real, la interna. Las elecciones constitucionales de 2024, si las cosas continúan marchando como lo muestran las encuestas, ya están resueltas. Claro que en política nada está escrito, pero la previsión ayuda a su entendimiento.
No deja de llamar la atención el hecho de que El Oso, siendo de los de mayor edad entre los aspirantes de la 4T es de los que logran concitar más expectativas. La primera imagen de él que conservo en la memoria es actuando en política, cuando pertenecía al primer comité ejecutivo del spauaz, encabezado por Raymundo Cárdenas. Nunca se ha separado de la vida política, si acaso ha compartido esa actividad con la docencia y el periodismo aunque ―reconozcámoslo― tampoco en estas esferas ha renunciado a hacer política. Por otro lado, Luis es de esos cuadros intelectuales de la izquierda setentera de Zacatecas que siempre se ha conservado en su sitio, ha sido firmemente refractario al chapulineo. Tampoco digo que sea un santo, pero mire usted que esas tentaciones son difíciles de resistir para la mayoría de los “simples mortales”. Revise usted la nomenclatura política local y encontrará sorprendente y colorida variedad de saltamontes y saltamontas. Casi nada más con esta característica, la coherencia, podríamos cerrar este comentario, pero no puedo desaprovechar la ocasión para decir que hay muchas razones más por las que me da gusto que Luis haya tomado esa decisión.
Una de ellas nos hace reflexionar en que la izquierda local hasta el momento, y en eso se parece mucho a la oposición, no ha sido capaz en términos generales de renovar su oferta política en cuanto a cuadros se refiere y lo que es peor, en revitalizar su discurso. Más de los mismos. Las mismas caras, las mismas fotos. Los mismos costales de mañas. Entre las tareas más importantes en ese sentido quedaría la selección de candidatos morenistas que más o menos embonaran con estilo y proyecto de Claudia Sheinbaum. La principal de ellas es una trayectoria limpia, ética y patrimonialmente hablando. Fidelidad a las causas populares en los hechos, compromiso con la educación, la ciencia y la cultura.
La reconocida escritora y activista Margaret Atwood escribió alguna vez que la mejor manera de ser amable con los osos es no permanecer muy cerca de ellos. Como hija de entomólogo, criada en los espesos bosques canadienses, creo que sabe lo que dice, pero siento que si alguna vez llega a conocer al Oso Medina, diría que este oso es la excepción que confirma su sabia regla.
