Periodismo y corrupción en México. Grandes alardes y cuantiosas fortunas al amparo de haber solapado al mismísimo crimen, el fraude, el engaño y la diatriba, servidores natos ante matones del régimen sádico, la bajeza de la politiquería en campañas presidenciales fraudulentas
Carlos Loret de Mola tiene en su haber una de las famas mas negras de la que se tenga memoria, hábil para almacenar el ejemplo corrupto de Dóriga, Ciro o Marín, su astucia lo ha situado como uno de los millonarios de su generación y en completa complicidad con lo mas turbio de los grupos facciosos de los partidos tradicionales y en pos de imponer regímenes de sangre, acoso constante a los movimientos populares, tapadera de desfalcos y matanzas colectivas, la tortura, las fortunas mal habidas.
Verlo en su noticiero de inmediato sube el stress, su cara maliciosa refleja de inmediato su desenfreno al dar cuenta de sucesos desastrosos de la inseguridad en nuestro país sin el contexto verdadero y causal, Loret proviene de la vieja escuela del periodismo mexicano de que robar es bueno, mentir más, aparentar el doble. Dueño de gran palabrería y sabedor de su oficio como periodista, ha sabido posicionarse en montajes de gran calado, compra de departamentos millonarios en la zona de Miami y ser codueño de Latinus, ese portal noticioso que ha triangulado recursos sobre todo del área de la salud, de gobiernos afines a su rapacidad, para imponer la fábula de que el obradorismo es perverso y más peor que los gobiernos anteriores.
Siervo de la oscuridad. Los siervos de la oscuridad se queman con el fuego que ellos usan para destruir a los demás. Durante la segunda guerra mundial, Hitler dirigía a los siervos de la oscuridad que se hallaban en Italia, Japón y Turquía. Es importante señalar que los mecanismos físicos, emocionales y mentales de los siervos de la oscuridad no duran mucho tiempo en el fuego, pues este los destruye.
A Loret lo refuta la energía psíquica colectiva de los mexicanos que expresan con avidez su deseo de que el cambio de sistema político esté acompañado de nuevos pensamientos y nuevas emociones que ayuden a las juventudes a sentir anhelo por el futuro y no la depresión y el caos que Loret sabe despreciar como uno de sus recursos favoritos, sembrar caóticas mentiras, entretejes abusivos del lenguaje con falsos reportajes y sobre todo, alimentar el encono en contra de las nuevas administraciones .
Pero la historia del periodismo mexicano está inscrita en verdaderos sucesos de valentía y arrojo y heroísmo y no precisamente de los portavoces de camarillas venenosas que arruinaron durante decenios la prosperidad colectiva, grandes periodistas mexicanos siguen siendo imagen de buena lid. Recuerdo haber encontrado en la revista LETRAS POTOSINAS de 1955, un reportaje del gran Joaquín Meade en su llamada HEMEROGRAFÍA DEL PERIODISMO POTOSINO y con mas de 160 años ya de numerosas publicaciones y periodismo socarrón y aventado.
Lo mismo vi en la grandiosa biblioteca zacatecana Mauricio Magdaleno, recopilaciones sobre la historia del periodismo zacatecano en 200 años y con gran numero de revistas, periódicos, documentales radiales y cinematográficos y en la que se reunía la sinceridad, el equilibrio, no exenta la alabanza o la lisonja, pero continuamente la crítica oportuna y la información dispuesta al avance colectivo.
Semejantes cosas han de haber sucedido en cada uno de los estados de nuestro país, sobre todo en Yucatán, que es de donde proviene Loret y sus ancestros y que nada justifica ser de la venganza y la pedantería, la oscuridad y la maldad, el portavoz más insensato y cretino ante un país que se despoja poco a poco de la perversidad y malicia del periodismo mexicano arribista y cómplice de fechorías.
Loret, toda la suciedad junta, sus mesas de análisis por demás risibles, grandes salarios por machacar la falsedad, la descontextualización y el aferramiento a los cotos del poder corrupto. Ese poder