■ Mantiene los preceptos empresariales de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto
■ Se ignoró el proyecto Educación para el Bienestar y se mantuvo el concepto empresarial
El modelo educativo que promueve el actual Gobierno Federal es “un cascarón sin contenido” que, además de mantener los preceptos empresariales de la Reforma Educativa anterior, “afila las espinas del erizo neoliberal”, afirmó Luís Hernández Navarro, analista político y periodista de La Jornada.
“No puede haber una gran transformación social al margen de un cambio profundo en el modelo educativo y la Cuarta Transformación no lo tiene. El famoso anuncio de una Nueva Escuela Mexicana replica un nombre del pasado, pero lo central es que es un cascarón sin contenido”.
Durante el siglo pasado, Lázaro Cárdenas impulsó un modelo de educación socialista y posteriormente Rafael Ramírez fue artífice de la Escuela Rural Mexicana, las cuales generaron transformaciones importantes en México, pero ahora “se retoman las líneas centrales de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto”.
Consideró que el proyecto educativo del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador “es el símil de un automóvil que se quiere vender como nuevo, pero al que sólo se le cambió la carrocería, las vestiduras y las llantas, pero tiene el mismo chasis y el mismo motor”.
“En lugar de desmontar a fondo la Reforma Educativa de Peña Nieto, se apostó por darle continuidad a sus mismos elementos sustantivos. En el caso de la Cuarta Transformación, el corazón original del proyecto que era Educación para el Bienestar, se hizo a un lado, y se mantuvo el mismo concepto empresarial, pero agravado con el de Excelencia Educativa”, explicó.
En ese sentido, Hernández Navarro manifestó que hay la posibilidad de que el Gobierno Federal no se haya propuesto la transformación del sistema educativo como lo habían planteado en el discurso, pues “si uno ve el bioterio que está al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), salvo excepciones notables, es de personajes del pasado que no saben nada de educación”.
Al respecto, hizo mención de Esteban Moctezuma, quien dirigió la Fundación de Tv Azteca durante 15 años, además de impulsar sus proyectos empresariales. En este caso, “es como pensar que Clark Kent se puede meter a una cabina telefónica y en un instante transformarse en Superman”, de manera que en el sistema educativo “mantiene las líneas de continuidad”.
Otros funcionarios como Marcos Bucio, subsecretario de Educación Básica, fue oficial Mayor de Agricultura y cónsul en Estados Unidos, de manera que “no sabe un ápice de educación”.
La única diferencia, respecto a la Reforma Educativa anterior, es que quitaron la asociación directa entre evaluación y permanencia en el empleo, pero todo lo demás se mantiene, a la vez que añade “cosas absolutamente absurdas como incorporar la tira de materias al texto constitucional o a las leyes educativas”.
Otro aspecto que no tiene sentido en el sistema educativo, dijo Hernández Navarro, es el reconocimiento explícito de la necesidad de enseñar música en el texto constitucional, lo que se debe a que al secretario Esteban Moctezuma le interesa seguir con el proyecto de Orquestas Escolares que antes operaba desde la Fundación Azteca.
Reiteró entonces que la denominada Cuarta Transformación tuvo la posibilidad de promover un cambio social significativo a través de un proyecto educativo distinto, pero no lo hizo y, por el contrario, adopta los mismos preceptos que la Reforma Educativa impuesta por el Gobierno Federal anterior.
Por otra parte, lamentó la situación en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), donde Alfonso Ceéda planea quedarse como presidente al menos al finalizar el sexenio.
“Hubo una negociación política fatal por parte de los operadores de la Cuarta Transformación, pues acabaron negociando con el antiguo presidente del sindicato. Después él salió y quedó al frente Alfonso Ceéda y ahora maneja todos los hilos”, comentó.
Hernández Navarro indicó que el SNTE ha realizado una reforma estatutaria a modo, que impide cualquier posibilidad de democratización del sindicato, por lo que se presentará un panorama complejo y se esperan grandes conflictos.
Se refirió al caso de Zacatecas, donde “se vivió la fuerza de Juan Díaz de la Torre, cuando impuso un comité a golpes, trasladando al Congreso a los cadeneros y los golpeadores de los antros de Torreón, tal como La Jornada de Zacatecas documentó en su momento. Ese es el modelo que hoy nos ofrecen de democracia, el modelo de los cadeneros”.
Por último, opinó que en el tema de la educación superior no se ha aterrizado un proyecto viable, y aunque la decisión de abrir la educación universitaria gratuita es una buena medida, su instrumentación con el sistema de Universidades Benito Juárez tiene muchas deficiencias.
