■ Hace 4 años se documentó el desvío a una cuenta particular de fondos otorgados a jubilados
■ La mayoría de 16 afectados presentó la denuncia correspondiente; aún no hay resolución
Después de cuatro años de revelarse y documentarse el desvío de recursos en la Sección 34 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el caso sigue sin resolverse a pesar de que hubo la instrucción de la Legislatura del estado, en ese momento, de investigar el caso.
En mayo de 2012, La Jornada Zacatecas tuvo acceso a documentos oficiales que evidenciaban que el recurso que debía otorgarse a jubilados por concepto de bonos, era desviado a una cuenta bancaria a nombre de Jessy Judith Medina Arceo, niña en ese entonces de 10 años de edad, hija de Jesús Ángel Medina, funcionario de esa sección sindical durante la administración de Pedro Padilla González.
La cuenta bancaria creada a nombre de la niña, cuyo número era 2652965577 de Bancomer, recibió recursos provenientes de cheques que nunca se entregaron a los maestros jubilados, quienes aparentemente nunca fueron notificados que eran acreedores de ése y otros apoyos.
Uno de los casos documentados fue el del profesor Eduardo Aguilar Rodríguez, quien a pesar de haber fallecido años atrás, el SNTE continuaba cobrando cheques a su nombre por concepto de bonos, pero cuyos recursos se destinaron a la cuenta bancaria mencionada.
De acuerdo con documentación a la que tuvo acceso La Jornada Zacatecas, uno de los cheques que se emitieron a nombre del docente mencionado, quien laboró en la región 17 en el centro de trabajo 32ADG00100, se constata que el cheque numerado con el 39915, muestra como clave de cobro el 15 de septiembre de 2010 y su monto es de 274 pesos.
Esa situación se constató en 16 casos y la mayoría de ellos presentaron la denuncia correspondiente, pero hasta el momento no ha habido resolución alguna, después de cuatro años.
En esos 16 casos, La Jornada Zacatecas obtuvo documentos que demuestran que la entonces llamada Secretaría de Educación y Cultura (SEC) giró los cheques correspondientes, pero al final el recurso se desvió a la cuenta creada por el funcionario sindical cercano a Padilla González.
Los bonos que los jubilados afectados debían recibir oscilaban entre 274 y 794 pesos, pero al tratarse de apoyos que les son otorgados en varias ocasiones, alcanzaba sumas cuantiosas que se dirigieron a una cuenta bancaria particular cuyo titular es cercano al ex dirigente sindical Padilla González.
Ante esa situación, integrantes de la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política de la Legislatura del Estado (CRICP) presentaron la iniciativa de punto de acuerdo para que fueran auditados los recursos transferidos de la SEC a la Sección 34 del SNTE.
En dicha iniciativa, exhortaron al gobernador a que, a través de la Secretaría de Finanzas, la SEC y la Contraloría Interna, se investigaran los recursos que se pagaron a los trabajadores de la educación entre 2008 y 2012 en sus diversas prestaciones y/o por la vía de su representación sindical.
Otro problema que ha prevalecido en el SNTE es la opacidad y falta de transparencia respecto a las cuotas sindicales, pues las secciones 34 y 58 perciben cantidades importantes por ese concepto y prevalecen las dudas sobre su manejo entre los agremiados.
Tan sólo en la sección 58 del SNTE, que cuenta con alrededor de 6 mil agremiados, la percepción mensual por concepto de cuotas sindicales supera la cantidad de 600 mil pesos, de los cuales 20 por ciento se queda para la operación del gremio, y el resto se transfiere al Comité Ejecutivo Nacional.
Asimismo, en octubre de 2013 se evidenció que Omar Pereyra Muro, hijo del entonces secretario general de la sección 34 del SNTE, Omar Pereyra Pérez, fue favorecido por una plaza docente sin haber participado en el concurso de oposición. Debido a la presión mediática, renunció a la plaza provisional que se le había otorgado.
“Dicen que es tan noble mandar como obedecer y en este caso yo obedecí una indicación de mis autoridades porque me mandaron un trabajador más para cubrir la vacancia. Sin embargo hubo esa anomalía, se corrigió rápido y el trabajo sigue adelante”, expresó en ese momento Juan José Rojas Tello, quien fungió como supervisor de secundarias técnicas de la región 03 de Jalpa.
Manifestó que, en efecto, él recibió un oficio de la Seduzac, mediante el cual se le instruyó para que otorgara la plaza al primogénito del dirigente sindical y que impartiera la asignatura de Pecuarias en un plantel ubicado en esa región escolar.
De su parte, aseguró no haber incurrido en nepotismo, puesto que solamente notificó a las autoridades sobre la vacante que se generó en la secundaria técnica 7 y sobre el perfil que se requería para ocuparla. Es decir, “no estamos involucrados en ese tenor, únicamente somos disciplinados al trabajo de las autoridades y al trabajo educativo al que obedecemos”.