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jueves, 28 marzo, 2024
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Aumenta número de menores que trabajan en las calles de El Mineral

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Por: SUSANA ZACARÍAS •

A inicios de 2021 se habían identificado a siete niños, pero la cifra aumentó a 15: DIF

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Algunos sufren violencia emocional, física, abandono y en otros casos agresiones sexuales

 

Factores como la pandemia y la crisis económica han generado que la presencia de menores en las calles de Fresnillo sea cada vez más frecuente; niños se convierten en el sustento de sus familias, exponen su integridad en los cruceros más transitados para obtener unas monedas y así apoyar a sus familias para subsistir.

A inicios del 2021, el sistema DIF municipal tenía identificados a siete menores de edad que trabajan en diversos modos en las calles y todos ellos pertenecientes a una sola familia, pero después del periodo vacacional de Semana Santa, el número de niños en las calles se elevó al doble y hay ya cerca de 15 pequeños quienes buscan el sustento diario en las vialidades más peligrosas de El Mineral.

Patricia Herrera del Villar, delegada de la Procuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Sistema DIF Fresnillo, reveló que de acuerdo a las estadísticas que se tienen dentro de la institución, han detectado que durante los primeros meses de 2021 fue mayor la presencia de los niños en estos sitios peligrosos.

El rango de edades de los menores trabajadores oscila desde los seis hasta los 13 años de edad y casi siempre son hermanos o primos los que trabajan en lugares ya designados para pedir dádivas.

“En este tema nos encontramos con una situación muy delicada, pues la gran mayoría de los menores que están ubicados en los semáforos provienen de etnias y por la protección de ellos y de sus derechos como etnia, no podemos inmiscuirnos tanto en cuanto a ese tipo de situación y entra ese choque de interés hacia el menor”, explicó la procuradora.

El DIF han visitado sus domicilios y a sus padres se les ha invitado para que dejen de arriesgar su integridad e incluso se les apoya con material para trabajar en otro tipo de actividades, principalmente manualidades, pero en la mayoría de las ocasiones se retiran un breve tiempo y regresan a pedir dádivas en los semáforos.

Los infantes se han apoderado de los principales cruceros del municipio, no para jugar, sino para enfrentar la responsabilidad de ganar en promedio 100 pesos diarios en una jornada superior a las ocho horas expuestos a las inclemencias de la calle, sin horario de descanso y en la mayoría de los casos, sin haber ingerido algún alimento.

Una de las actividades más populares a la que ellos se dedican es a limpiar parabrisas; aunque los choferes no soliciten el servicio, los menores se lanzan a los vehículos en movimiento para limpiar el cristal siempre con trapos viejos y una botella reciclada con un poco de jabón, a cambio esperan obtener una moneda por haber arriesgado su integridad.

Los más pequeños aprovechan la luz roja de los semáforos para realizar malabares con piedras o naranjas, maniobras sobre el asfalto caliente; otros más venden dulces o simplemente piden de la caridad de los conductores, quienes por lástima apoyan a los niños que han tenido que dejar los juegos a un lado a cambio de madurar precozmente para ayudar a sus familias.

Una de las principales variantes que el DIF ha logrado identificar del incremento en las estadísticas se debe principalmente al fenómeno de la migración, pues muchos de los pequeños trabajadores llegan de otros estados a El Mineral; algunos de ellos son de paso y únicamente trabajan temporalmente en la vía pública.

El factor predominante por el cual los menores acuden a las calles a trabajar es la pobreza, y en la mayoría de los casos se suma la desintegración familiar y falta de apego de los padres hacia sus hijos y por ello los obligan a aportar dinero para el sustento de la familia.

Cuando se logra ubicar a un niño trabajador con los datos que proporcionan, se realizan visitas domiciliarias para en caso de detectar algún tipo de violencia el DIF pueda intervenir o cuando se detecta deserción escolar poder gestionar un espacio para que el menor continúe con sus estudios a pesar de la pandemia del Covid-19.

Las autoridades municipales reconocen que en el presente periodo vacacional de pascua, las cifras de menores trabajadores de la calle incrementaron; debido a ello y para tener el diagnóstico preciso, el DIF Fresnillo inició con la implementación de operativos en diversos horarios para tener una muestra real del problema.

La presencia de los menores trabajadores se ha detectado en los principales cruceros como son Paseo de El Mineral, Calzada Proaño, Prolongación Enrique Estrada, bulevar Varela Rico, Centro Histórico, y en los estacionamientos de los centros comerciales donde se concentran después de las 22 horas para regresar a sus hogares.

Otro de los problemas que han detectado en este grupo poblacional es la omisión de cuidados por parte de sus padres, de lo cual se desencadenan diversos tipos de violencia como la emocional, física, el abandono y en otros casos agresiones sexuales y negligencia.

Por la comisión de esos delitos, durante 2020 fueron 12 menores de edad que tuvieron que ser resguardados en un lugar diferente a su hogar y en la mayoría de los casos se trata de hermanos que son llevados a espacios como casas hogar y albergues en caso de no contar con la red familiar de apoyo.

La responsable del área de la Procuraduría relevó que desafortunadamente sí hay registros de accidentes donde han participado los menores que trabajan en los cruceros y recordó que fue a finales de 2020 en el Paseo de El Mineral a la altura de la Cruz Roja donde un menor de etnia wixarica fue atropellado, por fortuna sin lesiones de gravedad y es la misma situación que día a día enfrentan los menores a cambio de algunas monedas.

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