Con las figuras de Ramón López Velarde y Fuensanta como personajes, quienes entablan una relación epistolar en la que se da cuenta que la patria ya no es impecable ni diamantina, sino, por el contrario, sumamente violenta, es que el poeta y docente universitario zacatecano, Luis Miranda Rudecino, ha construido su nuevo poemario titulado “Réquiem poética. Epístola a Ramón…”, que este 2022 ha visto la luz bajo el cuidado editorial de Texere Editores.
“Réquiem poética” es la ventana por la cual Miranda Rudecino lanza el grito de desesperación por el clima de violencia que aqueja a Zacatecas y plantea que, ante este escenario, la poesía es quien está muriendo porque parece que ya no hay versos capaces que hagan ignorar esta realidad. Por ello, se hace de la voz de la eterna musa del jerezano, Fuensanta, para quien sea ella la que le cuente a Ramón que ya nada es como era.
Sus registros poéticos
van desde el verso libre,
pasando por el haikú, el
caligrama, hasta la
secuencia Fibonacci
Ramón López Velarde, a decir de Miranda Rudecino, consideró siempre la patria como bella y esplendorosa, sin embargo, en este siglo 21, para el poeta, eso ha desaparecido, por ello se hizo de la voz de Fuensanta para que sea ella quien le explique lo que está sucediendo, aunque, para el autor, parece que Ramón se hace de oídos sordos, mirando hacia otro lado como la escultura que está en Plaza de Armas, encarnando con esto a la figura del Estado ante la violencia que aqueja al país.
Para su lograr su cometido, el poeta parte de distintas formas de expresión para gritar el dolor. Sus registros poéticos van desde el verso libre, pasando por el haikú, el caligrama, hasta la secuencia Fibonacci, por mencionar algunos. Manteniendo con esto su interés mostrado desde sus primeros libros, de crear poesía con base en números, como si de un matemático tratara.
“¿Y para qué poesía si no dejan de asesinar a nuestras mujeres Ramón?/ ¿Para qué escribir el verso perfecto?/ ¿Recuerdas esos ojos inusitados de los que siempre has hablado?/no existen más/la poesía y nosotros estamos desolados/ ¿Y para qué poesía si no puede salvar una sola vida?/ ¿Para qué Ramón?”, escribe Miranda Rudecino en su poemario dándole voz a Fuensanta que se nota agobiada por la desesperación.
