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martes, 19 marzo, 2024
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Sueldo, ración y casa

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT •

Además del cobro de su salario, los maestros a cargo de las escuelas públicas de primeras letras durante la Intendencia de Zacatecas (1786-1822), que sirvieron en la capital, tenían derecho a hospedaje y alimentos.

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El año de 1806, los miembros del cabildo, después de concluida una más de sus reuniones, se dirigieron en un escrito a los ministros de la Tesorería principal de la Real Hacienda, informándoles sobre el abandono de uno de los maestros. El texto señalaba: “Con el motivo de haberse ausentado de esta capital  Don Franco (abrev. de la época del nombre Francisco) Lara, Mtro. nombrado interino de una de las escuelas de ella sin haber hecho renuncia, para que la juventud no carezca de la enseñanza y educación necesaria, en acuerdo celebrado el 20 del corriente; tuvo a bien este ilustre Ayuntamiento nombrar de interino a Don Miguel Ángel de Arias en el entretanto que el M. Y. S. Presidente de Guadalajara nombra propietario de los dos que le están propuestos. Lo que participamos a V.V. para su inteligencia.

Dios guarde a V.V. ms. as. Sala Capitular de Zacatecas, 22 de mayo de 1806”. (1).

La anterior cita nos permite inferir que previo al examen de oposición, el maestro Arias ya estaba como interino. Tras la evaluación y una vez que quedaron los dos aspirantes con más alta votación, lo eligieron a él, ratificándolo en el cargo, otorgándole la plaza de manera definitiva acompañada de su respectivo título.

Ese mismo año de 1806, desde Guadalajara, un funcionario de la Audiencia, Roque Abarca, el 26 de agosto, se dirigía a los ministros de la tesorería conminándolos a que, tras el nombramiento de Miguel Ángel Arias como maestro interino de la vacante en una de las dos escuelas dejada por Francisco Lara, se le pagara, “[…] el sueldo, ración y casa de su dotación asignada de los fondos de ese Rl. Colegio de San Luís Gonzaga, desde la fecha que por certificación del Rector sentada al pie del título que le he expresado conste haber comenzado a servir. Del mismo modo _continúa diciendo Abarca_ satisfarán (sic), Vms. A D. Franco de Lara, el tiempo que desempeño provisionalmente desde que lo nombró el intendente interino (2) de esa provincia con el Ayuntamiento, dándome aviso de haberlo verificado. Roque Abarca (Rubrica)”. (3).

Esta serie de movimientos se habían originado por el ascenso que le dieron a don José Antonio Carreño, que dejo de ser maestro para pasar a ser Oficial tercero de Rentas Reales. Su lugar en la escuela pasaría a ser ocupado por Francisco Lara durante un lapso corto, pues como hemos visto dejo el cargo sin haber renunciado al mismo. El maestro Arias, al igual que su antecesor Lara, provisionalmente ocuparía el puesto a partir del 20 de mayo, según acuerdo en que se le dio el nombramiento respectivo. (4).

Sería hasta el mes de septiembre cuando al maestro Arias felizmente para él, le harían efectivo su primer pago, mismo que le llegaría junto con el nombramiento de su plaza. El monto del mismo alcanzó los 235 Ps., 7 Rs. 6 Grs. y comprendía desde fecha en que “nombrado en propiedad para servir dicha escuela” hasta el 4 de noviembre. (5).

Efectivamente, Arias había sido propuesto por el cabildo en la reunión celebrada en la sala capitular, la fecha señalada, habiéndose confirmado su nombramiento por el M.Y.S, presidente de la Real Audiencia de Guadalajara, misma que remitió el título al ayuntamiento de Zacatecas. Éste a su vez lo hizo llegar al rector del Colegio seminario a fin de que hiciera su certificación y poder pagarle al maestro sus emolumentos, incluida la dotación de su ración y casa.

Dos PDs. En otro orden de ideas ajenas a la historia de la educación que nos convoca, dos temas noticia, además del bicho ómicron que sigue dando guerra, en esta semana fueron los 100 años de vida del loco Echeverria y los diezmos de delfina:

Primero. A Luis Echeverria, referente e influencia de AMLO, la historia nunca lo va a absolver, en cambio por la Matanza de Tlatelolco del 68 y el halconazo de Tacuba y San Cosme del jueves de Corpus )1971), ya fue juzgado el angelito. Pero, sintiéndose el Matusalén de los presidentes mexicanos sigue tan campante y fresco como una Lechuga.

Segundo. Delfina será recordada como una de las secretarias de educación más grises, sino es que la más, no por su materia sino por la manchota de los diezmos. Llegada al cargo cundo tenia ya lustros como prófuga del gis y alejada de la academia, de ella dirán los futuros historiadores que ocupo la silla que le dio lustre Vasconcelos por ser la incondicional del presidente en turno, que esquilmo a sus empleados del Ayuntamiento de Texcoco descontándoles la décima parte de su sueldo. ¡Lástima Delfina!, no paso usted de ser una grilla y política de medio pelo y de muy bajo perfil.

Referencias:
1 ARHZ, “Séptimo cuaderno de notas”, op. cit.
2 Dicho Intendente era por entonces don José Peón Valdez.
3 ARHZ, “Séptimo cuaderno…”, op. cit.
4 Loc. cit.
5 Loc. cit.

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