El IEEZ es un órgano capturado, en sexenios anteriores el árbitro era presa del Poder Ejecutivo en turno, pero ahora parece que está al servicio de una de las opciones contendientes. Elimina a los contendientes más fuertes, hace los registros como dicha fuerza quiere y bloquea el registro de aquellos que son competidores internos. En Morena hubo una división pública y notoria que enfrentó a la dirigencia estatal formal con el de Mario Delgado que arropó al grupo Monrealista; en ese conflicto la dirigencia estatal se enfrentó a los representantes designados por el comité nacional. Mientras el litigio interno en ese instituto político no se definiera, el Consejo del IEEZ no podía tomar partido. Pero lo hizo. El caso del candidato competidor de esta fuerza en la capital zacatecana es un ejemplo notabilísimo: A Ulises Mejía Haro lo eliminaron de forma burda, de forma desproporcionada y luego nulificaron al candidato sustituto por compartir una columna de opinión entre otros argumentos inverosímiles. El tribunal electoral local también da muestras de captura. La cosa curiosa es que esta misma fuerza en su expresión nacional hace el reclamo contra el Consejo Nacional Electoral encabezado por Lorenzo Córdoba: Morena se quejan de exclusión de candidatos por motivos injustificados y ellos promueven eso mismo en el ámbito local.
Por lo dicho, la objetividad del IEEZ está en entredicho. Ahora que viene la etapa de debates, es evidente que la promoción de este evento está como guardada en el cajón de los asuntos sin importancia. Nadie sabe que el domingo habrá debate: ¿por qué razón? Si bien los debates están sobrevalorados en sus efectos reales en las preferencias electorales, el debate es un asunto Republicano que debería de ser tomado con seriedad por el árbitro y los demás partidos políticos. La falta de promoción del debate da entrada a las especulaciones donde se menciona que el IEEZ tiene el objetivo evidente de que poca gente lo vea. ¿Cuál motivo tiene el órgano electoral para actuar de esta manera? Las respuestas pueden ser muchas, pero una de ellas es que el único beneficiado de eso es el candidato que aparece como puntero en las encuestas. Al ser el puntero quiere conservar esa diferencia y no desea que ningún evento modifique las proporciones de preferencia electoral. Y claro está, el evento por excelencia dentro del programa de campaña es justamente el debate. Así las cosas, una manera de proteger al candidato que aparece como puntero es inhibiendo el debate y es lamentable que el IEEZ tome ese papel de desactivarle voto informado.
El reclamo de árbitros imparciales es nacional. Es evidente que en todos los niveles hay problemas y también que todas las fuerzas están implicadas en la presión de los árbitros. Lo importante es tener la prudencia o sabiduría práctica para conducir este proceso a una reforma que centre su atención en los mecanismos de designación de los consejeros electorales. Debemos de evitar caer en ocurrencias imprudentes y pensar en serio en una reforma que modifique la partidización de los consejeros. Ahí está el Quid.
PD: Feliz día del niño y la niña
