Las leyes mexicanas dicen que todas y todos somos iguales ante la ley, lo cual, en muchas situaciones es letra muerta, existen grupos, clases sociales y económicos que son dominantes sobre las demás. La desigualdad es un asunto profundamente arraigado en la forma de entender nuestra realidad.
Sin embargo, dentro de los grupos y clases existe una desigualdad que permea condiciones de grupo, clase o posición económica, manteniendo segregado a casi la mitad de la población. Las diferencias de género que permean a toda la sociedad han producido diversas diferencias indignantes entre hombres y mujeres.
El día de hoy, la Cámara de Senadores votó de manera unánime por un instrumento para erradicar una lastimosa diferenciación entre trabajadores y trabajadoras al legislar para erradicar la brecha salarial. De acuerdo con Naciones Unidas, las mujeres siguen ganando en todo el mundo un 23% menos que los hombres en el mercado de trabajo por el mismo empleo o, dicho de otro modo, las mujeres cobran 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres.
La igualdad de género es una meta irrenunciable para conseguir otros avances sociales y económicos, incluso estudios afirman que si las mujeres pudieran participar en la economía en igualdad de condiciones con los hombres, el PIB podría aumentar un 26 %. Entre la Población Económicamente Activa (PEA) en México, que asciende a 55.9 millones de personas, 38.8% corresponde a mujeres y 61.2%, a hombres.
En México la brecha de género se conserva en el promedio de percepción salarial, acentuándose en 31 de las 32 entidades federativas y dejando en desventaja a las mujeres que continúan con un promedio salarial por debajo del de los hombres.
Únicamente Veracruz reporta un saldo positivo en el primer mes del 2021, de 2.4%, entre los 433.16 pesos que perciben los hombres como salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los 443.57 pesos que ingresan las mujeres, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
A nivel nacional, la brecha es de -12.0% (54.0 pesos). El salario promedio de los hombres es de 449.57 pesos, contra los 395.48 pesos que perciben las mujeres. En tanto, 21 entidades reportan una variación por encima de la nacional.
El impacto que la brecha salarial tiene sobre las mujeres es que obtienen menos ingresos a lo largo de su vida, lo que conduce a pensiones más bajas y a un mayor riesgo de pobreza en la tercera edad.
Hoy en el senado votamos para lograr la igualdad sustantiva, laboral y salarial entre mujeres y hombres, a fin de que los sueldos y otras percepciones sean los mismos para todas las personas bajo el criterio de progresividad y proporcionalidad con perspectiva de género y no discriminación.
Necesitamos medidas de reeducación laboral, familiar y personal en las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal (APF); así como incentivar el principio de paridad en la designación de nombramientos en mandos directivos de la APF. Tenemos que seguir llamando a todas las instancias del Gobierno Federal y de la iniciativa privada a redoblar esfuerzos para cerrar la brecha salarial y juntos, impulsar un México de paz, justicia para todas y todos.
Tenemos que romper la dinámica de sociedades basadas en la separación, rechazo y desestimación de grupos para que otros estén por encima, impulsando una sociedad desigual, injusta y violenta. Nuestro trabajo es impulsar una sociedad igualitaria, justa y donde las mexicanas y los mexicanos nos sintamos seguros y felices en nuestros entornos más íntimos.
