La Gualdra 462 / Río de palabras
Plegaria
San Sebastián bendito, hazme por favor el milagrito. Concédeme un hombre así como tú de bonito. Por tu piel lacerada con flechas. Por tus manos atadas fuertemente con esos lazos. Por la desnudez con que dejaron tu hermoso y bendito cuerpo. Por el dolor del árbol seco lastimando tu espalda. Por tu cabello ensortijado. Por tu boca entreabierta en la que siempre confundo el dolor con el gozo. Por tus ojos que sin derramar lágrimas cierras a causa del sufrimiento. Ay, San Sebastián, por todos esos martirios: permíteme conocer a un hombre que me haga sentir bonito, que me lleve al cielo sin necesidad de haber muerto.
Milagro
No importa que te diga cómo me duelen tus tormentos, cómo mi piel se escorce al filo de las flechas de desprecio que me lanzas. No importa que mis manos atadas no puedan tocarte ni mis labios gritar tu nombre. No importa que mis manos estén atadas al árbol del sufrimiento y mis pies se aferren al borde del precipicio de la cordura. No importa: nomás no me dejes de seguir queriendo.
Exvoto
Gracias, gracias, gracias. No pongo por qué, pero, San Sebastián bendito: tú ya sabes.
https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_462