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jueves, 18 abril, 2024
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Para combatir el modelo machista, los hombres deben compartir experiencias

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

■ Objetivo, que transformen conductas en acciones positivas para llegar a una cultura de paz

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■ La asociación MenEngage ofreció conferencia virtual sobre masculinidades no violentas

 

Para que el hombre reflexione en torno al modelo machista y patriarcal, que no solamente vulnera los derechos de las mujeres, niñas y niños sino también los suyos propios, es necesario generar espacios para que puedan hablar de sus experiencias, con el objetivo de ir transformando los comportamientos en acciones positivas para llegar así, a una cultura de paz, expuso Douglas Mendoza, representante de MenEngage América Latina en su conferencia “Masculinidades positivas y no violentas y su relación con la construcción de paz”.

La conferencia vía digital se celebró en el marco del evento “Experiencias y enfoques de construcción de paz”, bajo la organización de la Subsecretaría de Prevención Social del Delito. Douglas señaló que en MenEngage, la alianza de organizaciones dedicadas al trabajo con masculinidades y equidad de género, se busca cómo promover un enfoque positivo que convoque a los hombres en diversas acciones para la prevención de la violencia hacia las mujeres y niñas.

“Queremos generar procesos donde los hombres reflexionemos críticamente sobre esta socialización de género, estos aprendizajes que los hombres hemos tenido desde niños, jóvenes, adolescentes, en nuestra etapa adulta, que los ayuden a reflexionar cómo este modelo machista, patriarcal, vulnera los derechos de las mujeres, niñas y niños, pero también vulnera nuestros propios derechos de los hombres”.

En este sentido, precisó, se pretenden generar espacios para poder hablar de experiencias propias y demostrar que las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año, este modelo machista “violenta nuestro cuerpo, violenta nuestra relación con conocidos, con nuestras parejas, con otros hombres; es un modelo que por estarlo cumpliendo a cabalidad, hay unos costos que los hombres tenemos que cumplir”.

Por tal motivo, subrayó, es que se tiene que reflexionar sobre la carga de la masculinidad machista y cambiar la actitud, el comportamiento, promoviendo otros modelos positivos, como paternidades afectivas, compromisos igualitarios, resolución de conflictos con la pareja mediante el diálogo; así como promover otra manera de resolver conflictos con otros hombres en la calle, en otros espacios; pero también en el comportamiento sexual responsable, en el que los hombres cuiden de su cuerpo, de su nación; y sobre todo, respetar el no consentimiento de las mujeres como una forma de prevenir el acoso sexual y callejero.

Pero también trabajar con los hombres desde una perspectiva transformativa de género, precisó, implica hablar de cuáles son los beneficios que tienen los hombres promoviendo una relación igualitaria, en la que se sientan más seguros, más libres y no presionados por los otros hombres.

Partiendo de esta mirada, ejemplificó que en Nicaragua se desarrolló un proyecto que se llamó “Promoción de una cultura de paz desde la familia de comunidad”, llevado a cabo de 2015 a 2018 y que buscó ir a contra corriente en una cultura machista y patriarcal poniendo en la agenda pública varias actividades que resaltaran la importancia de trabajar con los hombres y demostrar que también ellos pueden generar cuidados, paz y construir otros espacios con un ambiente favorable.

Para promover una cultura de paz, se realizó una investigación sobre los imaginarios sociales de los hombres y se partió de ahí para poder hacer un proceso de formación, en toda Nicaragua, con hombres, con mujeres con organizaciones sociales y comunitarias para poder diseñar manuales educativos y metodologías, para poder trabajar con los hombres del área urbana y rural, explicó Mendoza.

Asimismo, agregó, se capacitó a periodistas porque generan unos imaginarios sociales que reproducen el ejercicio de la violencia y la banalización de la misma violencia, por lo que se los orientó a que hicieran un abordaje integral desde los derechos humanos y se enfocaran en llamar a los hombres a comprometerse y transformar la mirada.

Dichas investigaciones, informó el especialista, arrojaron que en muchos hombres jóvenes el discurso de la igualdad y el de la equidad fueron los que dejaron un impacto para partiendo de ahí, promover otra manera de ser hombre y combatir al patriarcado y al machismo desde su propia voz, hablándole a otros jóvenes para detener la violencia contra las mujeres.

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