José Luis Acevedo Hurtado, docente de la Universidad Pedagógica Nacional unidad 321 (UPN), opinó que es necesario dar el beneficio de la duda al nombramiento de Delfina Gómez como secretaria de Educación, a la vez que destacó que es la primera mujer que accede al poder en el sistema educativo mexicano.
“En el campo de la educación hay gente con intereses comunes, incluso acuerdos entre grupos antagónicos, más aún existe el interés por reproducir el juego. Es verdad, habrá subversiones, pero siempre serán con límites, siempre en el marco de la historia del mismo juego y de las problemáticas, nunca se rompe con el campo, nadie quiere ser expulsado ni que le quiten sus beneficios por jugar, todas y todos deben de saber jugar”, indicó.
En ese sentido, explicó que, en México, las mujeres han tenido una función relevante primero en la prensa, la pedagogía, la ciencia, y poco a poco fueron ocupando espacios en las escuelas primarias, luego en los jardines de niños y, no sin dificultades a fines del siglo 19, incursionaron en la educación media y terminal como secretarias, enfermeras y contadoras; después, en el siglo 20, la educación superior, por una necesidad creciente y estructural, formó abogadas, médicas y contadoras.
Sin embargo, señaló que los puestos directivos en su mayoría han sido ocupados por los maestros y las mujeres han sido las auxiliares, asistentes y ayudantes, de forma que en la administración pública pocas mujeres han logrado estar en puestos de decisión, y en su caso han sido manejadas por el sindicato o por el gobierno local.
Así, en la educación, refirió que los secretarios de han sido desde Manuel Baranda, Teodosio Lares, Ignacio Ramírez, Antonio Martínez, Justo Sierra, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, hasta Esteban Moctezuma, y muchos más.
De acuerdo con Acevedo Hurtado, “la pregunta es: ¿Por qué el campo educativo en su mayoría trabajado por mujeres ha sido dominado por hombres? Y, ¿por qué a algunos personajes de la política y de la educación les molesta tanto que una mujer profesora incursione en la política educativa, en lo que consideran su ‘territorialidad’?”.
Expuso que el campo de la educación es el que cuenta con el mayor presupuesto del erario público, pues ahí se maneja la nómina para el pago a todo tipo de plazas docentes y no docentes; el acceso al empleo permanente, la promoción en posiciones de poder y de ingreso económico; la construcción y equipamiento de espacios educativos; el gasto corriente para mantenimiento e infraestructura; la formación, capacitación y actualización del magisterio; albergues, internados, normales, universidades, tecnológicos; en fin, todo lo que implica mantener millones de empleados, estudiantes e instituciones de educación, investigación, difusión, extensión y vinculación.
No obstante, este capital no sólo es económico, sino también es cultural, social y político, por lo que manifestó que es fácil entender que los actores políticos quieran participar del botín educativo, unos para conservarlo y otros para acceder a él; así el campo educativo se convierte en un campo de lucha por el poder, sin perder de vista que ambos evocan el origen mítico de la educación y justificación de su existencia: “por el bien de los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes”.
Ante el nombramiento de Delfina Gómez, afirmó que en los próximos días diversos actores y organismos como sindicatos, partidos políticos, se pronunciarán a favor y en contra de la nueva secretaria: unos a favor del cambio, otros de la resistencia.
Según Acevedo Hurtado, es importante dar el beneficio de la duda al nombramiento, ya que el reto para no es fácil porque unas y otras expresiones magisteriales seguirán en la lucha por todo lo que está en juego.
Mientras tanto, “la maestra pasará a la historia como la primera mujer que accedió al poder de la educación, pero sin alcanzar a ejercerlo, por el tiempo que todo consume y, por las resistencias que serán varias, al final se negociará antes de renunciar a las posiciones ocupadas”.
