■ Falta dar seguimiento a los posibles efectos secundarios
■ No se toman en cuenta grupos de riesgo de enfermedades
Luego de que este martes fuera dado a conocer el Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19 por parte del gobierno de México, el cual contempla iniciar la semana que entra con la primera etapa y culminar con la quinta fase en marzo de 2020, la bióloga molecular por la Universidad de Oxford, Roselyn Lemus-Martin, consideró en entrevista para La Jornada Zacatecas, que el plan está “incompleto” y “erróneo” porque no contempla fármaco vigilancia ni a grupos de riesgo por enfermedades.
La científica mexicana lo consideró así ya que señala que faltan algunos detalles importantes como la fármaco vigilancia, es decir, en dar seguimiento a los posibles efectos secundarios que puedan ocasionar las vacunas, que no son fuertes pero sí molestos, además del plan de seguimiento también por el hecho de que todas las vacunas son de dos dosis.
Igualmente, señaló que falta información con respecto a la logística de distribución. Que si bien se informó que coadyuvarán las Fuerzas Armadas, no se dio a conocer cómo y en el caso de la vacuna de Pfizer, que debe estar a -70 grados, no se especificó la manera en que se llevará en la cadena fría para que no se desactive.
“Sí le falta mucho al plan, y por el otro lado, otra crítica que yo le haría es que lo hicieron por edades, no están tomando en cuenta grupos de riesgo de enfermedades. Están mandando a las personas jóvenes hasta el final pero qué tal si una de esas personas que no tiene la edad tiene una enfermedad crónica, esa persona va a estar hasta el final”, además, señaló, no dijeron nada de las embarazadas ni de los niños que no se van a vacunar, porque no están aprobadas las vacunas en ninguno de estos dos sectores, no se sabe aún si es efectiva o segura, dijo.
“En general, yo siento que le falta mucho al plan. Sí está bien, ya sabemos cuándo, lo que se esperaba, que van a ser varios meses hasta 2022. Pero obviamente hay mucha confusión porque todos piensan que van a tener la de Pfizer, y no, yo creo que las dosis que compraron de ésta son suficientes para el personal médico nada más, y a las demás personas les tocarán las otras que vayan a adquirir”.
No obstante, consideró la investigadora, que ya haya un plan “es un primer paso positivo”, pero subrayó que la vacuna no va parar la transmisión, sino lo que hará es que a quien se contagie del virus no sea tan grave, de ahí que se explique por qué se pone primero a las personas de la tercera edad, como lo está haciendo también Inglaterra, cuya vacunación masiva inició el día de ayer mediante la insaculación a una mujer de 90 años.
En Estados Unidos, precisó Lemus-Martin, el plan se dividió en cuatro fases: la primera será destinada para trabajadores de riesgo, es decir, el personal del sector médico y para las personas de todas las edades con comorbilidades; la segunda para personal esencial, como maestros; la tercera para adultos jóvenes, y la cuarta para público en general.
Finalmente, la experta reiteró que la vacuna “no es la solución” y que tardará muchos meses para que se vacune a 70 por ciento de la población. La ventaja que va a dar, precisó, es que a quien se la apliquen y se contagie, la enfermedad le será leve que no habrá necesidad de hospitalizar y la pueda llevar en casa como una gripe normal.
Pero no está probada si interrumpe o no la transmisión, advirtió, por lo que el virus seguirá en el ambiente y será necesario que se continúe con las medidas sanitarias impuestas, y sobre todo, aprender a convivir con él, porque incluso la inmunidad de rebaño, estimó, no será en esta ronda de vacunación, sino dentro de más años.
