Si hay un tema de primerísima importancia en el estado de Zacatecas es el frijol. Y si hay un producto de consumo básico de primera línea, es el frijol junto al maíz y el chile. Por ello, y no sólo por eso, las autoridades deben ser especialmente sensibles a sus exigencias y peticiones. Por el bien de todos: primero los productores.
En Zacatecas la Población Económicamente Activa (PEA) es casi del 20 por ciento dedicada a actividades primarias, con un poco más de 117 mil personas. Es un porcentaje muy alto. Recordando la Gran Recesión de los años 30’s, supimos que ésta se convirtió en depresión por la caída del ingreso agropecuario de una PAE norteamericana de 25 por ciento en el sector primario (en aquel entonces). Y justo una de las salidas de la crisis que planteó Roosevelt fue precios de garantía elevados y ventajas de comercialización para los productores agrícolas, lo cual redundó en beneficio de toda la nación. Todas las experiencias históricas dicen lo mismo: darle prioridad a los productores agrícolas es esencial para los procesos integrales de desarrollo. Pues bien, en Zacatecas son claramente los productores frijoleros los que tienen mayor peso específico en el sector.
En nuestro estado se ha tenido producción de frijol por encima de las 400 mil toneladas. Ahora, en promedio se levantan 335 mil toneladas por año. Pues bien, de esto, se prevé que este año se levanten 200 mil toneladas. Con lo que sólo Zacatecas sostiene la tercera parte de todo el consumo nacional de frijol. La pregunta es, de esta producción alimentaria, ¿quién debe ser beneficiario? ¿Los campesinos zacatecanos (junto a Durango y Chihuahua), y los comensales nacionales?, o ¿las grandes empresas tipo Verde Valle o La Costeña? Estas últimas al acaparar el acopio del grano, fijan su precio. ¿Es eso justo? ¡Obvio no!
Por eso, lo que piden los productores agrícolas es éticamente justo, económicamente conveniente y temporalmente urgente: (1) un precio de garantía de 18 pesos, y (2) un proceso de beneficio y agregación de valor de la producción de 200 mil toneladas. Esto último significa acopio, cribado, pulido y encostalado del producto.
Pues bien, de acuerdo con la política anunciada de Gobierno Federal en torno al objetivo de la seguridad alimentaria y el beneficio directo de los campesinos, la propuesta está como anillo al dedo. Pero para que sea efectiva dicha iniciativa debe empezar la semana que entra, es decir: ya. Así las cosas, esperamos que Segalmex responda en forma positiva estas demandas, que no son sólo de los campesinos, sino del pueblo en Zacatecas en general. Es inconcebible que, ante un gobierno progresista, los campesinos se vean en la necesidad de tomar carreteras para hacer cumplir las propias promesas y propuestas de dicho gobierno. En suma, por el bien de todos: primero los productores.
