El rápido crecimiento de Morena desde que logró conformarse legalmente como partido político, así como el aplastante triunfo que obtuvo con Andrés Manuel López Obrador como su principal líder moral y político, generó una situación al interior del partido en el que la cúpula se enfrascó en un conflicto por dirigir al partido.
Primero dejaron ir toda la fuerza de ataques contra Yedickol, quien siendo secretaria general del partido, brincó a la dirigencia una vez que Andrés Manuel López Obrador la dejó para volcarse a la candidatura de la Presidencia de la República, una vez que se ganó, Morena debió renovar su dirigencia a través de asambleas en los distritos federales de todo el país, sin embargo, tras retrasar el proceso, comenzó una oleada de ataques en su contra, se logró mediante los tribunales electorales destituirla y nombrar un nuevo presidente.
Las asambleas distritales se celebraron con una gran cantidad de irregularidades, desde violencia con grupos armados, el robo de urnas, hasta la modificación del padrón de militantes para fomentar el acarreo de personas, lo que ocasionó que quedaran invalidadas. La premura del tiempo, por el inicio del proceso electoral, evitó que pudieran realizarse nuevamente, ante esto, grupos interesados en hacerse de la dirigencia con el objetivo de controlar las candidaturas en el 2021, promovieron ante el tribunal electoral, recursos legales, para lograr la renovación de la dirigencia.
El tribunal electoral, acató y decidió atender a los intereses de dichos grupos, ordenó una encuesta al Instituto Nacional Electoral y éste decidió realizar una serie de encuestas hasta dar el triunfo a Mario Delgado, personaje que destinó cantidades de dinero para su promoción sin comprobar un solo peso.
Durante este proceso, Morena se vio enfrascado en un fuerte debate y confrontación entre quienes apoyaban a distintos aspirantes, esto genero desgaste y división al interior del mismo, la confrontación entre aspirantes fortaleció la polarización, el triunfo del PRI en Coahuila e Hidalgo era obvio desde meses atrás, sin embargo, fue utilizado para culpar a la dirigencia en Morena y fomentar la polarización.
Una vez que el Instituto Nacional Electoral determinó que Mario Delgado resultó triunfador en la encuesta y por ende será el próximo dirigente del partido, así como Citlalli Hernández como secretaria general, Morena se enfrasca en una nueva etapa que determinará el futuro del partido como uno que respalda el proyecto de nación o como un partido más que se perdió en el debate interno y en la lucha por controlar candidaturas.
Desde un punto de vista personal, Morena, está obligado a avanzar hacia la construcción de ciudadanía, que no es otra cosa que la politización del ciudadano, hacia la formación de cuadros políticos comprometidos con el proyecto de nación y a regresar a las calles, con las bases, para construir un partido democrático que evite la imposición de candidatos, el nepotismo, la corrupción, así como el caciquismo de grupos, debe avanzar hacia la transformación de nuestro sistema de partidos que actualmente sufrimos los mexicanos.
Si Morena logra consolidarse como un partido político distinto a los partidos tradicionales, entiéndase PRI, PAN, PRD, MC, etc, etc., logrará dar inicio a una nueva etapa en nuestro sistema de partidos, logrando formar cuadros comprometidos verdaderamente con la transformación, con los principios, así como con las causas colectivas, tendría en sus manos el comienzo de un nuevo sistema partidista en nuestro país, así como la continuidad de la transformación de la vida pública en el país.
La responsabilidad del partido que llevó al triunfo, por primera vez en la historia democrática del país, a un movimiento de izquierda, ostenta, entonces una enorme responsabilidad, es momento de que se logre la unidad logrando evitar imposiciones y la continuidad de acciones que han podrido al sistema democrático en México, solamente así, se logrará el respaldo de la militancia, de la ciudadanía en general y la continuidad del proyecto de López Obrador, verdadero líder moral del proyecto de nación.
El Presidente López Obrador, puso la yaga en el cuello de la cúpula de Morena, incluyendo a la actual dirigencia, cuando mencionó que Morena era poco partido para tanto pueblo, el mensaje era la obligación de transformar el sistema de partidos o convertirse en un partido más, repudiado por la población y centrado en la manipulación de dinero y candidaturas, ¿por cuál opción optará la nueva dirigencia? ■
